Nos adentramos en la etapa ciclónica, la cual se pronostica muy activa en la región del Caribe, de ahí que de manera preventiva continuemos redoblando las medidas orientadas por la Defensa Civil ante la ocurrencia de fenómenos naturales que pueden ocasionar lamentables pérdidas humanas y materiales.

Aunque la población en Cuba está entrenada y preparada para asumir los desafíos que cada año imponen los crecientes cambios climáticos y cuales en los meses de junio a noviembre pueden aumentar e interactuar con la formación de tormentas de diferente intensidad (que pueden llegar hasta el surgimiento de huracanes de categoría 4 y 5 los cuales pueden causar catástrofes), resulta imprescindible mantenerse informado por los medios de comunicación, y en especial por el Instituto de Meteorología que oportunamente ofrece los partes y alertas al respecto.

Evacuaciones por huracán. Foto: Tomada de Redes Sociales

De esa manera, pueden protegerse tempranamente las instalaciones y viviendas ubicadas en el radio de acción de las anomalías atmosféricas que se generan en la Naturaleza y cuales generalmente vienen acompañadas de intensos vientos y lluvias que además proporcionan inundaciones, deslaves, derrumbes y otros flagelos.

También se concibe resguardar los bienes personales y recursos del Estado, y en los casos requeridos proceder a la inmediata evacuación de personal hacia lugares seguros con las condiciones elementales para salvaguardar la vida de los ciudadanos.

Son múltiples las medidas de prevención que en esta etapa pueden ejecutarse ante la posible presencia de cualquiera de estos fenómenos. Entre éstas se ubican; poda de árboles, limpia de tragantes y alcantarillas, saneamiento de la zona, asegurar puertas, ventanas, y retirar antenas u objetos cortantes que ante los fuertes vientos puedan producir heridos, igualmente se precisa de hervir el agua y cocinar aquellos alimentos que precisan de conservación, (si llegado el momento del paso de la tormenta no haya electricidad o gas para la cocción), también es importante no transitar por calles, ni atravesar ríos o zonas de inundación, por el peligro que ello representa.

Inundaciones después del paso del huracán Irma. Foto: Tomada de Redes Sociales

Y es indispensable además, accionar rápidamente ante los procesos de la agroindustria, de forma que sea posible recoger cosechas y elaborar los productos a tiempo para su distribución. Lo mismo se precisa con la protección del ganado, así como todos aquellos almacenes de alimentos y recursos destinados a la población.

La disciplina social con el estricto cumplimiento de las disposiciones emitidas por las autoridades y órganos competentes ante cualesquiera de los fenómenos naturales que puedan suscitarse en el país, salvan vidas.

Inundaciones por huracán. Foto: Tomada de Redes Sociales

Ver además:

Vigilan zona de baja presión en Golfo de México