Su rostro pleno de luz. En sus ojos la convicción por lo vivido. Cada palabra un bastión de fortaleza y lealtad a Fidel. Tanto se forjó en la Sierra que las huellas de la madrugada, la vigilia, el peso de las botas y el uniforme, bajo el sol y la lluvia, entre el canto de las aves de la montaña, el sinuoso murmullo de los arroyos y el aroma de la floresta inundaron de canciones su alma.

Antes había escrito La Lupe, icónica y trascendental pieza del pentagrama musical cubano.

Ninguna palabra escrita podrá sustituir el alma de la Revolución en tus canciones. Cada detalle arrollador de la musicalidad que caracteriza a los cubanos. Más de 300 obras en un amplio repertorio. Todo el amor en las piezas dedicadas a Martí y que se escuchan en los momentos solemnes donde actúa la banda de ceremonias de las FAR.

Habanero, nacido en el capitalino Reparto Poey, el 17 de febrero de 1927, hijo de una familia humilde, solo pudo alcanzar el octavo grado pues debió dejar la escuela para ayudar a su numerosa familia, que también padeció la ignominia en la cual estaba sumergida, como la vida de tantos cubanos, la Patria. Tuvo 11 hermanos, y su padre, un periodista cuyo modesto salario no alcanzaba para sustentarlos por lo que tuvo que trabajar en el ramo de la construcción en el Balneario Universitario.

Conoció a Fidel a inicios de 1953, en el balneario de la Universidad de La Habana, donde trabajaba como taquillero, mozo de limpieza y albañil. Luego la vida selló un pacto de compromiso con el joven que tenía en sus ojos a Martí.

Compartió con Armando Mestre, su vecino y compañero de labores, la integración a la lucha clandestina. Viaja con él a Santiago de Cuba para asaltar el Moncada…

Santiago lo recuerda siempre. Cuba lo recuerda todo. A quien nos legó entre sus libros Contra el agua y el viento, con el cual obtuvo el premio Casa de las Américas en 1985. Un texto estremecedor que recoge testimonios tras el paso del ciclón Flora por la Isla en octubre de 1963 y el trayecto desde La Habana de una cuadrilla de helicópteros de rescate de personas al frente de la cual viajaba como Jefe de la Fuerza Aérea cubana.

Su presencia en la memoria del pueblo es permanente. En su música y su obra testimonial literaria, está el padre, el amigo, el hermano, o sencillamente el vecino que nos observa con sus ojos de futuro, orgulloso de su pueblo.

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