Un maridaje entre vinos de la marca Bodegas Nory y platos elaborados con casabe, presentó el Grupo Empresarial de Acopio, en la Feria Agroindustrial Alimentaria FIAGROP 2022, que celebra este año su vigésimo tercera edición.
Los vinos son producidos con jengibre y guayaba por Norely Palmero Águila, de la centro sureña provincia de Cienfuegos.
"A la hora de acompañar la comida, los vinos deben ser secos, porque son los que fijan las vitaminas, en tanto los blancos, además de fijar las vitaminas, ayudan a eliminar las llamadas grasas malas en el estómago y el colesterol", recomendó la vinicultora.

Según dijo, un estudio de la Universidad de Holguín comprobó los efectos beneficiosos del consumo de 100 mililitros de vino para la prevención del Alzheimer, la oxigenación de la sangre y la liberación de toxinas.
Por su parte, el chef Yoandry Pérez Beltrán, de la Asociación Culinaria de La Habana, explicó acerca del proyecto que lleva el nombre del presidente de honor de la Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba, Gilberto Smith Duquesne, dedicado a compartir conocimientos sobre la cocina con niñas y niños de la enseñanza primaria, entre seis y 12 años. "Este año extendimos un poco las edades dado el interés de un grupo de padres".
Con este proyecto, dijo, ellos se preparan para la vida y algunos se deciden por esta carrera y aprenden a alimentarse mejor.

El chef se refirió a la importancia de introducir todo tipo de alimentos desde la primera infancia, por sus valores nutricionales. A su vez, destacó cómo la familia induce al consumo de aquellos platos que son del gusto de los mayores, lo que en ocasiones entra en contradicción con las prácticas de la alimentación en círculos infantiles y comedores escolares.
"Las vitaminas y minerales los tenemos en las frutas, los vegetales y las viandas y para tener un consumo saludable, las personas deben comer cinco colores diferentes diariamente: blanco, aportan carbohidratos (viandas, alimentos con gluten); el rojo, la proteína y vegetales de ese color; igual el amarillo, por ejemplo, la calabaza que puede comerse en ensalada; el boniato, como postre", destacó el chef, quien se refirió igualmente al rescate de las cocinas regionales y las tradiciones de los pueblos.

Al respecto, se refirió también a las comidas municipales y puso como ejemplo a la capital cubana, donde existen platos distintivos en los diferentes territorios.
Entre los platos elaborados por el chef y alumnos del proyecto y marinados con el vino Nory -procedentes de una Mipyme unipersonal-, se encontraron montadas de casabe con ensalada de vegetales, carne de cerdo y boniatillo, todos frutos de la tierra producidos en Cuba.

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