La noticia (aparente) es que –este año- ningún capitalino resultó ganador del Premio Vida y Obra de Ingeniería, acostumbrados arrasar –o al menos tener un representante entre los galardonados- con la distinción, la más importante distinción, que –desde 1996- entregan las cuatro sociedades de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC), que agrupan a los graduados de nivel superior con esa categoría, en especialidades vinculadas al citado sector.

Pero resulta así solo técnicamente. El máster, ingeniero Mario Ruperto Pila de la Osa, quien presentara su candidatura por Matanzas, y a la postre resultara el elegido por la Sociedad de ingeniería Mecánica, Eléctrica e Industrial (SIMEI), nació y creció en La Habana, se graduó en la Universidad Tecnológica de La Habana (CUJAE), y aquí prácticamente llevó adelante la larga y fructífera vida profesional de casi 40 años, por la cual fuera reconocido, en tanto solo hace siete años que se mudara a la Atenas de Cuba, por motivos estrictamente personales. De manera que a quien llamaron a podio fue un capitalino.
Esa verdad que ni siquiera el propio Pila de la Osa negaría, fue asimismo reconocida por la ingeniera Rosa Cecilia Calzado Brossard, presidenta de dicha sociedad, y a su vez del jurado constituido al efecto, para a reglón seguido destacar el meritorio y prolongado desempeño laboral de nuestro coterráneo, y también del doctor,-ingeniero Luis Gerónimo García Faure – su colega santiaguero con quien compartiera honores-, y reconocer la calidad, prestigio y relevancia del quehacer de los afiliados habaneros, de quienes aseguró que si no tuvieron ningún (otro) pergamino fue únicamente porque apenas presentaron expedientes a la puja.

El resto de los Premios Vida y Obra de Ingeniería, de la presente edición, correspondieron al doctor -Ingeniero Rene Antonio García Depestre (Villa Clara), de la Sociedad de Ingeniería Civil (SIC); y por la Sociedad de ingeniería Hidráulica (SIH) –compartido- para los máster en Ciencias -ingeniero Jorge Antonio Rodríguez Rojas (Holguín) y María Elena Luna Castellanos, además de la Sociedad de las Ingenierías de las Geociencias y la Química dentro del sector de la Construcción (SIGEQ), por la cual resultó reverenciado el doctor en Ciencias ingeniero Roberto Rodríguez Córdova (Holguín), quien lamentablemente falleciera recientemente, después de tomada tal decisión.
A nivel provincial, los premios Vida y Obra de Ingeniería correspondieron a la máster en Ciencias ingeniera Odalys Méndez Valdés, el máster en Ciencias ingeniero Juan Mario Junco del Pino, Profesor Auxiliar, el ingeniero Juan Manuel Labadié Suárez y el máster en Ciencias ingeniero Argelio Ricardo Moles, respectivamente por las sociedades de Hidráulica; Civil; Geociencias y la Química, y la de Mecánica, Eléctrica e Industrial.
Mucho podría decirse de la ejecutoria profesional y la existencia de nuestros representantes reconocidos e incluso de los nominados, entre ellos otros dos habaneros a nivel de país, pero limitaciones de espacio solo me permiten apuntar, que el premio se entrega por prestigiosos jurados que tienen en cuenta la utilidad y valía de la obra de toda la vida, los resultados docentes e investigativos, además del comportamiento transparente en todos los ámbitos.
Al hablar en la conferencia de prensa donde fueron dados a conocer tales decisiones, la máster en Ciencias arquitecta Mercedes Iraidy Elesther Savigne, presidenta nacional de la UNAIACC, exhortó a los distinguidos a tomar el premio como la llegada a la meta y entregarse en lo adelante con mayor vehemencia al propósito de sacar mayor provecho al conocimiento y la competencia, a favor del desarrollo de la nación y la formación de nuevos profesionales.
Los pergaminos acreditativos de carácter nacional serán entregados en dos actos, que tendrán lugar simultáneamente el día 11 de enero -jornada que el Día del Ingeniero Cubano-, a las 10:00 a.m., en Holguín (para las provincias comprendidas desde Ciego de Ávila hasta Guantánamo) y en La Habana, en este caso para el resto de los territorios de la Isla.
Tanto la celebración como el premio fueron instituidos para homenajear a Francisco de Albear y Lara, quien naciera el 11 de enero de 1816 y se convirtiera en uno de los más prestigiosos ingenieros civiles del país, autor del acueducto que lleva su nombre, todavía en funcionamiento y considerado una de la Siete Maravillas de la Ingeniería civil cubana.
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Parece que la reunión que están dando para bajar los precios del agro se ha onterpetrado al revés por los intermediarios por ejemplo la malanga subió de 30 a 40 pesos. La barra de guayaba de 30 a 50 pesos El plátano fruta de 25 a 35 pesos. La libra de limón de 100 a 200 pesos Lo pueden verificar en el agro de la calle 6 entre 19 y 17 vedado Estos productos subieron en menos de 7 días y posteriormente al anuncio de las reuniones de los dirigentes y funcionarios del partido con los vendedores de productos del agro. En el mencionado mercado y en el de 19 y B. Ha el pomo de refresco de 150 a 200 pesos y la cerveza de 120.a 150 y 180 si es Cristal Favor hacer llegar esta información al partido y gobierno de la Habana. Esto es una burla y estafa. Espero que Tribuna de la Habana saque algún comentario de los involucrados en estos increíbles hechos Fuerza Cuba Ponle Corazón