Como en todos los ámbitos de la vida, en la accidentalidad, el primer semestre de 2021 ha sido diferente: aunque se mantienen las restricciones, entre enero y junio, se ha incrementado la movilidad, incluso con las limitaciones en el horario nocturno, derivadas de la COVID-19 a la circulación vial.
Reinaldo Becerra Acosta, secretario de la Comisión Nacional de Seguridad Vial (CNSV), alerta que pese a ese contexto, a nivel de país, crecen las cifras de accidentes y fallecidos, respecto a igual período del año anterior y solo se reducen los lesionados. Vale destacar que la comparación se realiza contra los primeros seis meses de 2020, que tuvo tres meses “normales” e igual cifra, con restricción casi total de movilidad.

En La Habana, las estadísticas muestran que en la primera mitad del año, en se produjeron 1 348 hechos en la vía, 22 menos que los 1 370 registrados en 2020 y 1 940, en 2019. En el caso de los fallecidos, fueron 29, uno menos que en el pasado año, y resultaron lesionadas 537 personas, contra 609 en 2020.
Sin embargo, a juicio de Becerra, en medio de restricciones en la movilidad, suspendida para la mayoría de los vehículos entre nueve de la noche y cinco de la mañana, no se produjo una reducción significativa de los indicadores.
Por otra parte, llama la atención que en algunas de las causas de la accidentalidad, en la capital cubana se incrementan los siniestros: por violar el derecho de vía en la etapa aumentaron los accidentes, los fallecidos y lesionados.
Por exceso de velocidad, fundamentalmente entre seis de la tarde y nueve de la noche, crecieron los tres indicadores analizados. La Habana fue la provincia con mayores incrementos por esa razón, con 41 y en seis los lesionados. Los desperfectos técnicos en los vehículos, La Habana, junto a Holguín y Santiago de Cuba, registraron en el primer semestre el 50 % de todos los accidentes por ese artículo, el 44 por ciento de los fallecidos y el 47 % de los lesionados.
Las estadísticas de la CNSV revelan que a pesar de una reducción general en los accidentes por conducir bajo la ingestión de bebidas alcohólicas, La Habana, Santiago, Holguín y Granma aportaron 59 % de estos incidentes, 52 % de los fallecidos y 61, de los lesionados.
Los atropellos a ciclistas en la etapa disminuyeron los tres indicadores, sin embargo continúan aportando el 10 % de las víctimas por accidentes en el país, con crecimientos en los indicadores en La Habana. En aquellos donde estuvieron involucrados motos y ciclomotores –que al igual que las bicicletas tienen una creciente presencia en las vías-, en la capital cubana crecieron los tres indicadores, con 294 hechos, seis personas perdieron la vida y 147 resultaron lesionadas.
En La Habana, la tasa de accidentes por cada 100 000 vehículos fue de 67.2 por encima de la media nacional de 58.37, superada por Las Tunas (87.3), Santiago (72), Granma (67) y Guantánamo (60.3).
En el caso de los siniestros por cada 100 000 habitantes, la capital cubana acumuló 63, por encima de la media nacional, de 33 por cada 100 000.

¿Cómo marcha el país?
En la primera mitad de este año, el país registró 3 744 accidentes, 241 fallecidos y 2 664 lesionados, lo que representa un incremento de 48 siniestros y 19 fallecidos más, en tanto se reducen los lesionados, con 127 menos que en similar etapa precedente.
Las estadísticas muestran que se promediaron diariamente 21 hechos (contra 20 en 2020) un fallecido y 15 lesionados.
Es de destacar que el 66 % de las provincias aumentan los accidentes. Los mayores registros fueron en la Isla de la Juventud (17), Matanzas, (38), Camagüey (42), Granma (24), Las Tunas (21), Santiago de Cuba (14) y Ciego de Ávila (12). Estas seis provincias y el municipio especial representan el 30 por ciento de todos los siniestros ocurridos.
La cifra de fallecidos crece en siete de las provincias (46,6 %) y los mayores incrementos se produjeron en Holguín (16), Granma (10), Pinar del Río (5), Mayabeque y Cienfuegos, con cuatro cada una. Estos territorios registraron 99 fallecidos que significan el 41 % del total del semestre.
Aunque, de manera general, se reducen los lesionados, las cifras crecen en siete de las provincias, fundamentalmente en Granma (29), Matanzas y Ciego de Ávila (18), Artemisa (17), la Isla de la Juventud (12). Esos cinco territorios acumularon el 20 por ciento de los heridos de la etapa.
En la etapa, los siniestros de motos y ciclomotores, disminuyeron los incidentes (1.463), y los lesionados (1.008), no así los fallecidos (68), mientras que en los atropellos a ciclistas, disminuyeron los tres indicadores, sin embargo continúan aportando el 10 por ciento de las víctimas por accidentes en el país.
De acuerdo con Becerra, resulta preocupante que varios territorios registran cifras de fallecidos superiores a las de 2019, un año sin los efectos de la COVID-19: Holguín (31, con tres decesos más), Granma (16, dos más), Ciego de Ávila (5, uno más), en tanto Sancti Spíritus mantuvo ocho en ambos años.
El factor humano fue responsable del 94 % de los siniestros (3 511), el 96 % de los fallecidos (232) y 90 de los lesionados (2 407).
Según explicó el secretario de la Comisión Nacional de Seguridad Vial, una de las principales causas de la accidentalidad en la primera mitad de 2021 fue no atender el control del vehículo, con un incremento de los accidentes y los fallecidos. Provincias como Artemisa, Mayabeque, Matanzas, Camagüey, Holguín y Guantánamo incrementaron los tres indicadores. Las mayores cifras por esta causa las aportó Mayabeque, con 17, 10 más que en igual etapa anterior, seguida de Pinar del Río (9), y Granma (5).
Otro de los motivos fue violar el derecho de vía, que aportó 1 014 accidentes, 43 fallecidos y 703 lesionados.
Las alertas de Becerra se centran en elementos para tener en cuenta, toda vez que el país se acerca al desescalamiento de las medidas de restricción: al cierre del primer semestre de 2021 se rompió la tendencia a la disminución de los tres indicadores de la accidentalidad, en comparación con igual periodo de 2020.
A su vez, enfatiza que el 53 % de las provincias incrementaron uno o dos de los indicadores y que el 46,6 % de los territorios registra cifras de fallecidos o lesionados superiores a los registros de igual periodo de 2019, “lo que nos pone en alerta porque no se corresponde a las actuales circunstancias de la circulación vial”.
Al respecto, alertó: “aunque la situación de las provincias debido a la pandemia son complejas, la seguridad vial necesita ser atendida por todos, de forma que cada territorio decida, porque los accidentes siguen costando vidas humanas, lesionando a otras y la pérdida de cuantiosos recursos económicos”.
Promover la responsabilidad
Ante el comportamiento de la accidentalidad, en el país se desarrollan diferentes estrategias, entre las que se encuentran acciones para elevar la educación vial –limitadas en la vía pública por las restricciones de la COVID-19, impulso en los territorios que ejercen el patronato de las vías para su reparación y señalización, intercambio con entidades como Ómnibus Nacionales acerca del estado de autopista y carreteras para cuando se reanuden los viajes interprovinciales.
Becerra consideró entre las fortalezas para el trabajo, la inclusión de la gestión de la seguridad vial en los lineamientos de la política económica y social del país, la creación de entidades que respondan por la seguridad vía en las provincias, así como contar desde hace dos años con pasado una estrategia de comunicación dirigida a elevar la cultura vial y comportamiento responsable de todos los usuarios de la vía.
A su vez, indicó que existe una orientación a todos los organismos de la administración central del estado, órganos superiores de dirección empresarial, empresas y otras entidades que deben cumplir con la revisión técnica de los vehículos, la capacitación y certificación de conductores profesionales, el respeto de su descanso y el perfeccionamiento de los procesos de formación de quienes solicitan licencia y exigencia de tenencia de ese documento, sobre todo entre quienes manejas motos y ciclomotores, entre otras acciones encaminadas a elevar la seguridad y responsabilidad vial, tanto de conductores profesionales y privados, peatones y pasajeros.
Por otra parte, adelantó que se encuentran en análisis algunas modificaciones a la Ley 109 Código de Seguridad Vial acerca de temas como la ingestión de bebidas alcohólicas.
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