Llevamos más de un año expuestos a la pandemia de la COVID-19 y aún resulta difícil que las personas concienticen la importancia de mantener el distanciamiento físico y las medidas de protección para no transmitir el virus que provoca esta enfermedad.

Sabemos que es mucho tiempo sin poder andar libres de la incómoda mascarilla que nos impide hablar y respirar a plenitud, pero es una protección imprescindible para evitar males mayores. Debemos usarla correctamente en lugares públicos, e incluso cuando recibimos alguna persona en nuestro hogar.

Todos quisiéramos disfrutar nuestros cumpleaños con amigos y familiares, sentarnos a conversar sin el temor y la incertidumbre de saber que un temible virus puede encontrarse entre nosotros. Cuánto daríamos por bailar y cantar a viva voz, o sentarnos en el malecón habanero con algún amigo o enamorado que nos cante añejas y soñadas canciones, o simplemente contemplar el inmenso mar que nos rodea.

Sin embargo, aún no es tiempo de reunirnos para festejar, debemos esperar a que pase esta pandemia que algún día no muy lejano ya será historia, pero si queremos volver a besarnos y abrazarnos, hoy debemos cuidarnos y expresar nuestro cariño, protegidos y desde la distancia.

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