La experiencia, profesionalidad, entrega y unidad de todas las fuerzas que enfrentan la COVID-19 en La Habana, deben revertir resultados de este rebrote de la pandemia. Con ese fin, las estrategias diseñadas por el Consejo de Defensa Provincial (CDP), los municipales y las máximas autoridades del país, van dirigidas a reforzar el trabajo en las 82 áreas de Salud de la ciudad y en los consultorios de enfermeras y médicos
de la familia. Es allí donde se decide hoy la contienda, sobre todo en asuntos relacionados con la estratificación de las pesquisas, con mayor rigor, en lugares vulnerables o de determinada complejidad epidemiológica.
Urge ganar en agilidad en la entrega de resultados de los PCR, en el ingreso de las personas que lo requieran y lograr mayor disciplina y cumplimiento del protocolo médico en aquellas viviendas donde existen personas aisladas.
A esos temas se refirió el doctor Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y viceprimer ministro de la República, en reciente encuentro con el CDP y representantes de los municipios, celebrado en la Escuela Provincial del Partido Olo Pantoja. Reconoció que nadie puede cuestionar el sacrificio, la entrega, dedicación y horas de desvelo de las estructuras territoriales en el enfrentamiento a la pandemia durante más de un año. Sin embargo, no se acaba de rebasar este rebrote.
Al hacer un recuento de los últimos resultados dijo que en febrero La Habana cerró con el doble de la tasa de infectados por cada 100 000 habitantes que el mes anterior y en marzo la situación empeoró, al igual que los índices de mortalidad. De manera crítica puntualizó que hoy tenemos más enfermos, más graves, críticos y fallecidos, por lo cual los indicadores reflejan que lo que se hace, no lo estamos haciendo bien.
Ojeda precisó que con la experiencia de la capital se construyeron ideas luego aplicadas en todo el país y orientó al Ministerio de Salud movilizar los recursos humanos necesarios desde otras provincias para apoyar a la ciudad, con el fin de evitar darles funciones en centros de aislamiento o en lugares similares a los médicos y enfermeras de la familia, dejando desprotegida la base. En fecha reciente, también a varios funcionarios de ese organismo central le dieron la misión de trabajar directamente en las áreas de Salud capitalinas.
El Viceprimer ministro reflexionó sobre errores detectados en visitas realizadas a esos lugares y a los policlínicos e hizo un llamado a nunca cansarnos, ni caer en la rutina. Por eso, respaldó la decisión de Luis Antonio Torres Iríbar y Reinaldo García Zapata, presidente y vicepresidente del CDP, respectivamente, de cambiar la manera de actuación. Agregó que, si queremos que el país se abra para cumplimentar aspectos relacionados con la Tarea Ordenamiento y desarrollarnos, entonces hay que solucionar la situación de la COVID-19 y La Habana representa más del 50 % de los casos que surgen en el país a diario.
Morales indicó revisar que estén bien cerradas las vías de acceso a la capital. Precisó que la batalla se gana en los municipios y en las áreas, por lo cual es necesario incrementar acciones de promoción de la salud que levanten la percepción de riesgo, una actuación más responsable y el cumplimiento del protocolo con mayor disciplina.
Además, recomendó dirigir las pesquisas activas de manera intencionada hacia grupos vulnerables, y que los estudiantes de Medicina indaguen en las casas, que haya una actuación mucho más decisiva de esa fuerza joven, que a la vez se prepara para su futura profesión. Otras orientaciones estuvieron relacionadas con lograr que se conozcan resultados de los PCR en las primeras 24 horas, protocolizar con rigor el ingreso domiciliario y ser más ágiles en el traslado de sospechosos y casos positivos que deben ser atendidos en instalaciones creadas al efecto.

De manera especial, la convocatoria a una actuación más eficiente va dirigida a médicos y enfermeras
de la familia, que ahora asumen una misión protagónica al desarrollar próximamente la inmunización masiva de la ciudadanía mediante la vacunación, con el apoyo del trabajo comunitario, es decir, organizaciones de masas, delegados del Poder Popular y otras estructuras.
El pueblo ha sido disciplinado, pero jamás podrá haber brechas para el cansancio, hay que respetar la prohibición de circular por la vía pública después de las nueve de la noche, nadie puede tener acceso a zonas de playa en la actual etapa epidemiológica y los padres deben ser más responsables con el cuidado de los menores de edad.
Hay que seguir produciendo bienes y servicios, pero hacerlo cumpliendo las medidas de bioseguridad orientadas. Para revertir la actual situación con la COVID-19, es necesario ser más eficientes, como señaló Torres Iríbar: “Nosotros necesitamos que quienes atienden este sector en la provincia y los municipios sean los más exigentes, los que actúen con mayor rigor y los más solidarios, para que logremos hacer bien las cosas”.
Otras informaciones:
Es que no me explico como es que nadie habla del gran riesgo de contagio en el transporte público de la capital donde NO EXITE DISTANCIAMIENTO FÍSICO ALGUNO. Por favor, vean como van las guaguas, gacelas y almendrones, en ellos se mueven diariamente miles de personas entre todos los municipios de la Habana, cuantos asintomaticos hay entre ellos ?????
La Habana necesita un CIERRE URGENTE DE TODO MOVIMIENT, HAY QUE SUSPENDER EL TRANSPORTE PÚBLICO DURANTE 1 MES COMO MÍNIMO
Buenas tardes. Primero, el mensaje de estar en medio de una situación catastrófica, únicamente por ineficiencias e indisciplina, que las hay y hay que combatir, impide crear condiciones y un estado de ánimo más favorable que ayude a lograr EN TODOS una mayor/mejor actitud subjetiva para esta tarea. La pandemia hace estragos en el mundo, a pesar de todas las medidas que se toman. Nadie dijo que sería fácil, ni inmediato. Pero la híper crítica sin contrapeso, es injusta para todos los que si están trabajando muy duro. Eso, como estamos viendo, desgasta los resortes de movilización dando lugar a la impotencia que conlleva a la renuncia. Creo que el mensaje debe ser más esperanzador sin dejar de ser exigente y riguroso. Debemos acompañar la estrategia con una campaña de comunicación que promueva mensajes centrados en la responsabilidad individual y el valor de trabajar juntos para lograr salvar más vidas. Este esfuerzo debe ser sostenido e integral. No tan atomizado como ha sido. Tenemos muchos graduados de comunicación y de las áreas de ciencias sociales que pueden contribuir muchísimo a diseñar esta campaña. Saludos
Cada vez que leo la página es lo mismo, reforzar las pesquisas etc..eso está y en las instituciones se cumplen a cabalidad las medidas pero quién controla a la población ...nadie ...todos los días a mis alrededores se celebran fiestas..las guaguas escasas por el tema del pretoleo repletas en horarios picos..que montan 2 o 3 eso no se cumple ...repletas a tope ...después de las 9 las personas en la calle y con fiestas en sus casas...no hay control la verdad y lo digo porque lo veo oka...sino aprietan más no van a lograr nada al contrario ...saludos
No quiero negar que en verdad aún persisten problemas en la pesquisa. Sin embargo pienso que la pesquisa detecta los sospechosos, los posibles contagios y los contactos, pero creo que sí bien las instituciones y los trabajadores de la salud tienen una gran responsabilidad, otras instituciones tampoco están haciendo ni regular su trabajo. Me refiero a la policía. Todo su trabajo se remite a patrullar las vías y avenidas principales y además en horarios en que son muy pocos los que se aventuran a no cumplir con las disposiciones. En el interior de los barrios la indisciplina es más soberana que la vacuna. Incluso he sido testigo, más de una vez, que la patrulla pasa por una esquina y hay en una calle interior perdonas bebiendo, jugando dominó o simplemente conversando sin guardar la distancia, después de las 9 de la noche, y ni paran ni doblan para tomar medidas. Se pueden disponer muchas medidas pero si no se hacen cumplir todo esfuerzo es poco. Un grupo muy grande de la población literalmente se está burlando de las instituciones, incluídos los abnegados trabajadores de la salud a los que se les aplaude cada noche y de quienes, muchos se burlan también cada día.