“…Y el miedo va goteando de los valientes,
antes que los sudores y que la sangre…”
Valientes, de Buena Fe
La vacuna Soberana 02, desarrollada en Cuba, entró en la fase III de ensayos clínicos, la última antes de su aprobación. Para esta etapa fueron ocho los municipios de La Habana involucrados, donde participaron personas con edades comprendidas entre los 19 y los 80 años.
Oscar Julio Antuña Benítez, de 54 años, quien se desempeña como subdirector Técnico en el Museo Nacional de Bellas Artes, fue uno de los altruistas que se brindó para ser vacunado, y con una visible muestra de entusiasmo accedió a esta entrevista. Cada respuesta expresada a Tribuna de La Habana refleja su confianza, y el orgullo de este cubano por nuestro sistema de Salud.
Residente en el municipio de Diez de Octubre, pertenece al Consultorio 20 del policlínico 30 de noviembre. En el diálogo nos comentó sobre su decisión de brindarse como voluntario: “Ya había comenzado la fase III. Se habían dado todas las informaciones por los medios de comunicación sobre su implementación. Tenía interés en participar. Como todos, he seguido bien de cerca el proceso de creación de las vacunas, las diferentes fases que ya se realizaron y las detalladas explicaciones del concepto específico de las Soberanas.
"Soy una persona con varias de las enfermedades que constituyen un riesgo importante ante la COVID-19. Al inicio de la manifestación de la enfermedad, estuve en aislamiento en mi casa, debido a que fui contacto de un caso confirmado. Aun cuando tenía casi la certeza de no haber sido contagiado, como efectivamente resultó, fue una experiencia complicada. Una enfermedad desconocida, con la probabilidad de muerte para una persona asmática, hipertensa y diabética como yo, así como con algunas libras de más en mi cuerpo, provocaron y provocan un lógico estrés. Por otro lado, la idea de ser el causante de una transmisión de la enfermedad a mi familia resultó mi mayor preocupación. Todas estas razones alimentaron en mí la idea resuelta de lograr entrar a formar parte de la fase III. Se juntaban en esa posibilidad varias metas.
"Con las dos primeras fases concluidas y con la afirmación de los científicos de que la seguridad de las vacunas estaba demostrada, tenía completa tranquilidad para ofrecerme como voluntario. De ese modo, apoyaba el propio proceso de conclusión de las pruebas y acercaba la posibilidad de que la vacuna esté disponible, finalmente, para todos. Además, en el contexto del crecimiento sostenido de la transmisión de la enfermedad en el país, y especialmente en La Habana, podía lograr una vía más rápida. Ante la realidad de no haber sido encuestado, como voluntario para el ensayo y ya casi con la convicción de haber llegado tarde, me presenté junto con uno mi hermanos. Nos hicieron la entrevista, el examen físico y el test para determinar la no presencia de anticuerpos del virus.
¿Qué sentiste al ser seleccionado?
- El proceso de selección fue largo. Había, por cierto, varias familias que también se brindaban como voluntarias. Cuando fui escogido sentí una gran alegría. Para mayor suerte, ese día estaban vacunando a pacientes del grupo en el cual yo clasificaba y recibí mi Soberana. Me sentí un privilegiado.
"En Cuba, hemos alcanzado tantos logros, gracias a muchas personas, a quienes, incluso, no conocemos. En especial en el campo de la Salud, más allá de problemas complejos que existen, prevalece el amparo, el acompañamiento, la atención y la lucha por la vida. Eso lleva implícito sacrificio, complicidad, empatía, compromiso, resolución. Modestamente, quise devolver, un poco eso, ser recíproco. Como dice Buena Fe, en su canción Valientes, y salvando las distancias, queríamos darle nuestro beso al mundo.
¿Cómo te sientes físicamente? ¿Alguna reacción adversa?
- Desde entonces mi estado de salud es estupendo. No he tenido ninguna manifestación adversa. Todo transcurre en la mayor normalidad, sólo un mínimo dolor en la zona de aplicación de la vacuna, en las primeras 24 horas. Al día siguiente de mi vacunación, mi hija Amalia recibió su dosis. Tampoco lo pensó dos veces para ofrecerse. Su estado de salud es bueno, sin que registre efectos adversos, más allá de la lógica leve molestia del pinchazo.
¿Cómo fue la atención recibida?
- Me recibieron como algo preciado. Me sentí muy seguro por la presencia de un equipo de profesionales, de diferentes especialidades, involucrados en el estudio. Una de las enfermeras me dijo emocionada que ellos nos agradecían a nosotros por brindarnos para el ensayo y dar la oportunidad de avanzar hacia el objetivo lo antes posible. Pasados los controles y pruebas de rigor, recibí mi Soberana 02. Luego, una hora en observación, en un ambiente de complicidad entre el personal del ensayo y los pacientes.
Esta es una de las muestras de agradecimiento al personal de la Salud, a todos los involucrados en la batalla contra un enemigo de la vida. Un cubano más que se siente feliz de brindar su apoyo a la Patria.
Oscar Antuña es un ejemplo para todo un pueblo, él también, es uno de nuestros Valientes.
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