La doctora Ileana Morales Suárez, directora nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud, afirmó este lunes, categóricamente, durante la Mesa Redonda de la Televisión Cubana, que la COVID-19 deja secuelas.

"Esta enfermedad, que sabemos deja secuelas, la estamos conociendo. El sistema de Salud continúa las investigaciones y ensayos clínicos para conocer las secuelas que deja a mediano y largo plazo", explicó la especialista.
"El sistema de Salud tiene muchos desafíos y una carga fuerte de atención. Nuestros protocolos comienzan y terminan en la comunidad. La base fundamental es mediante la acción del médico y la enfermera de la familia y el grupo básico de atención a la comunidad. Eso no ha variado", dijo Morales.
La doctora indicó que las secuelas en la COVID-19 no diferencian edad, ni sexo, ni sintomáticos, ni asintomáticos, ni graves, por ello, llamó a cuidarse, porque esa enfermedad va mucho más allá del momento en que se está ingresado.
Al explicar el protocolo cubano con los pacientes que quedan con secuelas, la experta señaló que se basa en buscar e identificar.
"Las personas que van recuperándose se insertan con su médico y enfermera de la familia, donde se le hacen consultas y una evaluación inicial, porque ese equipo de la comunidad saber mejor que nadie cómo el paciente enfrentó la enfermedad", explicó.
Añadió que luego hay una comisión municipal con geriatras, cardiólogos y otros especialistas, que estudia cada caso. Las personas que el grupo básico analizó, que venían con remisión de cómo pasó la enfermedad, se remiten a esa comisión municipal y en algunos casos se consultan con otras especialidades.
Hasta la semana pasada el 93 % de los convalecientes había pasado por esa comisión municipal y las consultas a las que más han acudido los convalecientes son las de Neumología y Fisioterapia, por múltiples causas o manifestaciones de personas que se encontraban en terapia. Esas dos son el 50 % de las consultas. Luego han sido las consultas de Nefrología, Cardiología y Psicología, precisó Morales.
Ese núcleo responde a cuáles han sido las principales secuelas. Ansiedad, depresión, trastorno de adaptación en todas las edades, daños pulmonares, daño renal han sido las principales manifestaciones como secuelas de la enfermedad.
En general el protocolo en un segundo nivel abarca 14 especialidades. La individualidad para este tema es imprescindible, expresó.
Por su parte, el Doctor en Ciencias Daniel González Rubio, especialista en Medicina Interna del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), dijo que esta enfermedad es impredecible. "Todavía nosotros estamos hablando de una entidad de la cual desconocemos mucho, desconocemos más de lo que conocemos".
Recordó que los primeros casos, en el mes de marzo y principios de abril, apenas tienen nueve meses de recuperados, lo cual es muy poco tiempo para sacar conclusiones, para hacer una descripción efectiva de esta etapa.
Dijo que hay una diferencia entre las secuelas y la manifestación persistente de la enfermedad. La secuela es una alteración más permanente, que casi siempre obedece a una alteración anatómica, como la fibrosis que deja la neumonía por COVID, que puede ser persistente durante toda la vida. Por su parte, las manifestaciones persistentes son alteraciones que se prolongan en el tiempo, pero que poco a poco deben ir desapareciendo.
No obstante, aclaró González, ambas aparecen en la etapa de convalecencia de la enfermedad y hacen que la COVID-19 se torne muy compleja desde el punto de vista clínico. "Se están haciendo múltiples investigaciones para respuestas que aún no tenemos de esta etapa", precisó.
"En el IPK estamos haciendo investigaciones, entre ellas una liderada por el doctor Narciso Jiménez y los médicos que están en la zona roja trabajando, en la cual se demostró que tres meses después del alta persistían un grupo de manifestaciones, entre ellas, las más frecuentes son alteraciones psicológicas, otras asociadas al sueño, el cansancio y el síndrome de fatiga crónica", explicó.
"Otro resultado a resaltar es el hecho de que nosotros le realizamos tomografía pulmonar a todos los pacientes y en la mayoría aparecieron alteraciones en estos estudios, incluso en personas que estuvieron asintomáticas", añadió el galeno.

Otros estudios han sido hechos en el Instituto de Nefrología por el profesor Raúl Herrera y su equipo, quienes han encontrado alternaciones en la convalecencia de la COVID y alteraciones compatibles con un daño renal crónico de diferentes grados y a su vez han encontrado en esos pacientes alteraciones que denotan una respuesta inflamatoria persistente en ellos.
"La COVID-19 no es un asunto de una o dos semanas, es una entidad que tiene una etapa aguda pero que también tiene una etapa de convalecencia que puede tornarse muy prolongada, compleja y complicada, y que depende no solo de la agresividad que tuvo en la etapa aguda sino de la respuesta inmune que sea capaz de despertar el virus en la persona enferma", manifestó el especialista.
Por su parte, Consuelo Macías Abraham, directora del Instituto de Hematología e Inmunología, explicó los estudios realizados en su institución y las principales afecciones de las personas que padecen o sobrepasan la COVID-19.
Dijo que han realizado diferentes investigaciones, y señaló como una de las más conocidas, el tratamiento con células madre autólogas, en pacientes con lesiones pulmonares.
"Tuvimos que estudiar pacientes convalecientes de la COVID, para identificar cuáles eran aquellos que habían quedado con esta complicación, o estas lesiones, y el hecho de haber podido estudiar 49 pacientes convalecientes desde el examen físico, hasta otros de laboratorio, y terminar con la tomografía axial computarizada, nos ha permitido tener una visión integral de lo que es la convalecencia", manifestó.
"Nosotros, sin temor a equivocarnos, podemos decir que la convalecencia de la COVID-19 en la mayor parte de los pacientes se acompaña de un fenómeno inflamatorio subclínico subyacente.
"Hemos visto alteraciones de las enzimas hepáticas y de la creatinina como una forma de demostrar el daño renal asociado al estado de gravedad del paciente. Además, encontramos lesiones pulmonares que fueron tratadas con las células madres", precisó.
"Podemos decir a nuestro pueblo que, si bien se evalúan a los seis meses los pacientes tratados, sí podemos decir que el tratamiento de las células madres autólogas ha tenido efecto antinflamatorio, que ha revertido al mes del tratamiento algunos biomarcadores inflamatorios y mejorado en un 47 % en ocho de cada diez pacientes. Además, ha eliminado las lesiones pulmonares y mejorado la capacidad viral como función respiratoria y les ha mejorado la marcha. Hasta este momento, es un tratamiento efectivo y seguro y no ha habido reacción adversa, aunque se espera la evaluación de los seis meses para dar una conclusión final", indicó.
Por último, señaló que el pueblo debe ser muy cuidadoso, porque las familias están constituidas desde niños hasta ancianos. "Sabemos que las personas que tienen comorbilidades son aquellas en las que existe un más alto riesgo de tener la forma más grave de la enfermedad y quedar con mayores complicaciones y secuelas a largo plazo".
Dijo que los pacientes asintomáticos han mostrado tener lesiones pulmonares, y en las investigaciones realizadas se ha visto que un 47 % de los pacientes de cuidado, que no llevaron máscara de oxígeno ni fueron ventilados, presentaron lesiones pulmonares; en su mayoría no han sido las más graves de fibrosis, pero son lesiones que existen en el pulmón y son muy resistentes en su eliminación a largo plazo.
Por ello, llamó a cuidar a los niños, a los adultos mayores y también a los jóvenes, que están corriendo riesgo, pues todas las personas pueden pasar a la gravedad.
En otro momento de su intervención, el doctor Daniel explicó las secuelas en niños y jóvenes de esta enfermedad y dijo que las manifestaciones y complicaciones una vez pasada la etapa aguda son independientes a la edad y a los factores de riesgo de la persona.
Hizo una alerta y un llamado de atención para todos, no solo para los ancianos y personas de riesgo, sino para los jóvenes.
Este estado post-covid no solo depende de la agresividad que tuvo el virus en el organismo, sino la capacidad de despertar una respuesta inflamatoria, pero es persistente y ello puede llevar a largo plazo a afectaciones de varios órganos, que se están investigando en la comunidad científica internacional, señaló, y añadió que cuando un joven se protege no solo lo hace con niños y ancianos sino a él también a largo plazo.
En los minutos finales del programa televisivo, la doctora Ileana Morales expresó que la salud nos está poniendo muchos retos. "Tenemos que cuidarnos, la autorresponsabilidad hoy es palabra de orden, la responsabilidad colectiva y entender que entre todos podemos lograrlo, entre todos podemos detener este rebrote, porque sabemos cómo hacerlo, tenemos las medidas para lograrlo y las evidencias de cómo lo hemos hecho, y lo hemos hecho bien, y lo que nos queda es cada día ser más disciplinados. En la disciplina estaría nuestra victoria, nuestros resultados y nosotros estamos convencidos que entre todos lo podemos hacer", concluyó.
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