Este martes, la noche llegó antes de lo acostumbrado a las casas de La Habana. El silencio de las calles, despobladas de vehículos, y sin la algarabía constante de los transeúntes, se filtró por los hogares de la capital y se convirtió en una muestra del acatamiento de una de las medidas más necesarias para frenar la expansión de la COVID-19 por los barrios capitalinos.
Nos referimos a la restricción de movimientos a transeúntes y vehículos que, desde las 7:00 p.m. y hasta las 5:00 a.m., por espacio de 15 días, vivirán quienes residen en la capital cubana. Durante el día se llevaron a cabo diversas acciones con quienes contravinieron lo dispuesto o usaron mal el nasobuco, mientras se veló porque no entrasen o salieran vehículos no autorizados de los límites de La Habana.

Estas imágenes, que muestran las principales avenidas del municipio del Cotorro prácticamente desiertas, fueron tomadas entre las 6:20 p.m. y las 6:45 p.m. de este primero de septiembre. En ellas se ven algunos transeúntes y vehículos que aún se encuentran circulando, cada vez a mayor velocidad, con el aparente propósito de cumplir con lo estipulado.
Mientras ello ocurría, un camión con un alto parlante circulaba las calles del municipio indicando a los vecinos la necesidad de cumplir con el aislamiento señalado, al tiempo que explicaba la cuantía de las multas a quienes transitaran por las calles sin la debida autorización, pasadas las 7:00 p.m.
A las 6:45 p.m., apenas 15 minutos antes de que diera inicio la restricción de movimientos en la capital emprendo el camino de regreso a la casa, a donde llego a las 6:50. De esa forma, no incumplo con lo establecido, y llevo a los lectores una visión de cómo se desarrollan las medidas de restricción en el municipio de Cotorro.

Son las 7:35 p.m. cuando, tras una ducha, comienzo a redactar estas líneas. Pocos minutos después, desde la puerta de la casa, veo en la esquina un grupo de inspectores velando por el cumplimiento de lo establecido. Tal vez, en otra oportunidad, tenga la posibilidad de conversar con alguno de ellos y conocer de las interioridades de su trabajo.
Por el momento, me toca cumplir con lo orientado y quedarme en casa. Acatar todos las medidas planteadas, es el camino a seguir para vencer a la COVID-19, de ahí el llamado a seguir las orientaciones del Consejo de Defensa Provincial de La Habana.
Hay una sola palabra importante que debemos respetar toda la población: "disciplina" y a todos exigir que se cumplan las medidas, no permitir que sigan muriendo personas inocentes. Ignacio
Eddy, tienes razón con las colas para todo, pero las personas no se han contagiado en las colas, ha sido la indiscplina social de hacer fiestas y embarcar a pequeños hasta de meses y adultos de más de noventa. También los que se pusieron a ver un partido de futbol a gritar y estar unos pegados a otros sin nasobuco, en los centros de trabajo donde ahora que van a multar están poniendo el cloro, el paso podal y otros no lo hacían. Es un dolor de h...... que las personas entiendan que la situación es grave, que la enfermedad es muy contagiosa y que pueden morir o quedar con secuelas para siempre en muchos casos. No entienden y exponen a todos. Tampoco estas personas ven la televisión cubana, son las mismas que en invierno salen con ropa de verano y viceversa. Las leyes tienen que ser duras para los de las ideas y para los participantes.
LA EPIDEMIA O PANDEMIA,EN CUBA, Y LA HABANA SE COMPORTA NORMAL,CON PICOS QUE ES EL FINAL YA QUE CUANDO EL 90 POR CIENTO DE LA POBLACIÓN LO PASE DESAPARECERA.LA INMOVILIDAD SÓLO EN HORARIO Y NO LAS 24 H NO TRAE NINGÚN BENEFICIO CONTRA ESTE VIRUR NI NINGUNO.LO QUE TRAE ES GRAN DAÑO A LA ECONOMIA, DE LA CIUDAD QUE SON CIENTOS DE TRABAJADORES POR CUENTA PROPIA QUE SE HAN QUEDADO SIN NADA. HAY QU E ABRIR LA HABANA ,AL TURISMO NACIONACIONAL,DENTRO DE POSIBLE AL INTERNACIONAL.MIREN COMO LAS DEMÁS PROVINCIAS RECUPERAN SU ECONOMIA.SUERTE SALUDOS.,