Como parte de la lucha contra la COVID-19 se dio a conocer este martes, en el Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana, una serie de medidas para incrementar la percepción de riesgo en la población sobre esta peligrosa epidemia.
Al respecto Luis Antonio Torres Iríbar, Presidente del CDP, comentó: “Necesitamos una percepción responsable de nuestro pueblo del peligro, del riesgo que representa esta epidemia. Si logramos eso, y además levantamos la precepción de responsabilidad de los directivos de las instituciones, en las fábricas, en los centros laborales, nosotros cortamos rápidamente esa tendencia negativa que se ha dado en estos días”.
El Coronel Frank Gimen Jiménez, jefe de la Policía Nacional revolucionaria (PNR) en La Habana, informó que se decidió retomar las medidas preventivas que se realizaban con la utilización de los parlantes de los autos patrulleros en los lugares de mayor concentración de población. A ello se agrega el incremento del juzgamiento de la actividad ilícita en la vía pública.

Otras medidas son el incremento de la detección de ciudadanos pernoctando injustificadamente en la vía pública, así como de las personas que alquilan vehículos de manera ilegal; el enfrentamiento a la ingestión de bebidas alcohólicas en la vía pública; el trabajo con los padres de los menores que transitan por las calles, y con los que llevan a los menores consigo a lugares donde hay concentración de personas. Igualmente anunció se continuará trabajando en la identificación de actividades de fiestas que se pudieran estar realizando en las viviendas.
El reforzamiento a los centros comerciales para lograr más organización en las colas, y se cumpla así con lo establecido sobre el distanciamiento social, y enfrentar de forma priorizada a los coleros forman parte de las medidas planteadas para esta etapa. A ello se suman el reforzamiento en los centros de aislamiento de la ciudad, a partir del arribo de viajeros que se debe de producir en los próximos días.
Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana, dijo que se han evaluado con el Ministerio de Salud Pública y la Dirección Provincial de ese sector una serie de medidas para reforzar el trabajo que hasta ahora se venía haciendo antes de los eventos ocurrido en la tienda La Época, en los laboratorios Aica y en el Centro de Transporte del Comercio.
Como primera medida planteó la realización de la vigilancia epidemiológica con la estratificación de riesgos y el sistema referenciado. A ellas se suman la realización de pesquisas activas en las zonas de riesgos identificadas en cada municipio, donde se incluyen los centros laborales con mayor complejidad e instituciones sociales, así como reforzar la vigilancia centinela de las fiebres y síntomas respiratorios en los estratos poblacionales identificados de mayor riesgo en la provincia.
Acerca de los centros centinelas, Torres Iríbar explicó pueden ser “entidades laborales importantes de gran connotación, consultorios, policlínicos, las escuelas que ahora no las tenemos activas, pero lo son para el futuro. Inclusive, en el plan de la provincia estamos viendo que en las grandes concentraciones de colas también vamos a ir a buscar la fiebre, a buscar los síntomas”.
A lo anterior se agregan el incremento de los muestreos de PCR y test rápidos en los territorios estratificados como zonas de silencio o de riesgo de transmisión, priorizando los municipios de Centro Habana, La Habana Vieja, Arroyo Naranjo, La Lisa, Marianao, Playa, Diez de Octubre, Cerro y San Miguel del Padrón. Se realizará la recertificación de los 288 controles de focos abiertos actualmente; el desarrollo de la segunda etapa de estudio de intervención poblacional, o estudio de prevalencia y PCR en tiempo real para conocer la incidencia de asintomáticos en 871 pacientes de los 15 municipios de La Habana; se asignarán directivos del Minsap, junto a los de la provincia, al frente de cada municipio y además, se va a contar con un viceministro del país por regiones de trabajo para ayudar en el necesario reforzamiento a la capital.
Torres Iríbar comentó que en La Habana es donde se define el cierre de la epidemia en el país, y agregó: “Siempre estuvimos alertando que la cola era difícil, y se demostró”. Explicó que se van a incorporar 143 inspectores de la inspección estatal en la visita a centros laborales de mayor complejidad.
“Está demostrado científicamente y en número que la mayor cantidad de los positivos nuestros son trabajadores. Las personas van al centro de trabajo y de ahí se mueven para todos los municipios de la capital.
“Finalmente –agregó el presidente del CDP- incrementar la frecuencia en los medios de mensajes educativos, trabajos periodísticos y spots publicitarios sobre el tema. También hemos decidido que en el Canal Habana, a las cuatro de la tarde, haya un espacio en vivo para entrevistar, hacer análisis, para dar la tendencia y también llevar cuáles son los resultados y dónde están los problemas y las principales situaciones en el día”.
Torres Iríbar llamó a utilizar más las redes sociales, y hacerlo de una forma efectiva y proactiva. Al mismo tiempo, insistió en lograr una sistematicidad en la lucha contra el delito, la corrupción, las indisciplinas y las ilegalidades.
Muy buen articulo. Es importante acabar con coleros y revendedores y desintegrar a Cimex y Trd, han demostrado prepotencia e impunidad para contribuir al desabastecimiento y la especulación.
Me gustaría saber, específicamente a que dirección de correo se pueden formular sugerencias... Porque de quejas ya hay bastante... Pero por supuesto un sitio que sea leído por personas que estén dispuestas a transmitir la, realidad
Quisiera que el llamado a la conciencia fuera a la población en general pero también a quienes tienen la admirable labor, si se hace con responsabilidad, de enfrentar la epidemia desde la primera línea. En la televisión vemos muchos estudiantes de medicina y demás trabajadores de salud haciendo pesquisa en las viviendas y eso no es lo que yo he vivido, en mi edificio de Alamar perdí la cuenta de los días desde que no pasan a pesquizar, de hecho desde el principio si juntamos las veces que han pasado, no llegan a 20 días quizás. Entonces el llamado a la disciplina debe ser abarcador y a conciencia para no desacreditar el valor del trabajo de los que sí cumplen con la tarea asignada