En estos días en los que el mundo se estremece por una pandemia que ha causado el sufrimiento de millones de personas, el personal de salud de nuestro país se distingue por el sacrificio dentro y fuera de nuestra frontera. Tribuna de La Habana tuvo el privilegio de conversar con dos jóvenes protagonistas de esta lucha por la vida.

Anaite Oro Varona y Wilber Spek García, licenciados en Enfermería y trabajadores del Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras en la sala de terapia de cuidados intensivos cardiovasculares, no vacilaron ante el llamado de apoyo, y se encuentran en el Hospital Clínico Quirúrgico Docente Dr. Luis Díaz Soto, librando una pelea sin cuartel contra la Covid-19.

 Foto: Cortesía del entrevistado

"Aun cuando tengo 16 años de experiencia como enfermera intensivista, que incluye una misión en el hermano pueblo de Haití, esta vivencia es un reto muy grande", comenta Anaite. "En esta oportunidad me desempeño como jefa de grupo, lo cual me exige el control del horario de los medicamentos para cada paciente, así como organizar, asegurar y velar por las condiciones del personal que trabaja con ellos.

"Han sido momentos de mucha entrega con largas jornadas en las que no hay margen para el titubeo y mucho menos para el cansancio, pues nos enfrentamos cara a cara con la muerte, y no podemos permitir que nos arrebate ninguna vida. Hoy sentimos el orgullo de no reportar ningún fallecimiento. Detrás de este resultado, también, está la labor altruista de todo el personal que aquí se encuentra: pantristas, choferes, auxiliares de limpieza…"

 Foto: Cortesía del entrevistado
 Foto: Cortesía del entrevistado

Por su parte, Wilber, joven de 28 años, explica con voz entrecortada: ¨Estoy trabajando con los pacientes más críticos, muchos en estado de coma, haciéndole frente al sufrimiento y dolor. Por ello, cuando evolucionan satisfactoriamente, el regocijo nuestro es inigualable, siento algo difícil de expresar. Me llevo momentos que sé, no voy a olvidar nunca, porque aunque he trabajado siempre como intensivista y ya tengo experiencia, lo vivido aquí, supera mis expectativas.

"Tengo anécdotas más que impactantes que me hacen ver, una vez más, la grandeza de nuestro sistema de salud, que no escatima en gastos para devolver el bien más sagrado que tiene el ser humano: la salud. He vivido instantes de mucha tensión, cuando algún paciente se nos complica y tenemos que batallar fuerte para devolverlo a la vida. Nos olvidamos de las molestias del calor que nos provoca el traje que usamos como medida de bioseguridad y, todos, nos volvemos uno”.

Resulta muy emocionante ver como ambos profesionales coinciden en que si tienen que regresar a esta batalla, pueden contar con ellos. Estos jóvenes representan la sensibilidad y el sentir de muchos cubanos que desde diferentes trincheras combaten a este enemigo.  

Estamos convencidos que nuestra seguridad está garantizada con ellos pero, no olvidemos que, sobre todo, depende de nosotros.

Seamos respetuosos, tengamos percepción del riesgo y que a nuestro aplauso diario como homenaje se sume, también, el cumplimiento de las medidas sanitarias para que el sacrificio de tantos, se sienta retribuido.      

                     

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