En la era actual, en que las tecnologías cubren nuestras necesidades con facilidades para el conocimiento y otras áreas donde nos desenvolvemos, debemos reconocer que nos resultan de gran utilidad pero, ojo con el empleo de éstas y los adolescentes, tenemos la obligación de guiar a nuestros hijos en el camino hacia el aprendizaje sin dependencia a éstos equipos, tanto en juegos o estudio.

Un experimento con casi mil adolescentes, arrojó que lo que realmente protege la salud mental de los jóvenes son las amistades de calidad, no limitar el uso del móvil.

Si te preguntas si ese aparato es el culpable de su reciente apatía o de sus cambios de humor?

Como madre o padre, es natural preocuparse por el tiempo que pasan en redes sociales y su posible impacto en su bienestar emocional.

Según la investigación, la calidad de las amistades de los adolescentes tiene una influencia significativamente mayor en su salud mental que el tiempo que pasan en redes sociales.

En lugar de centrarnos únicamente en limitar el uso de dispositivos, deberíamos prestar más atención a las relaciones interpersonales de nuestros hijos.

Los resultados mostraron que aquellos con amistades fuertes y de alta calidad tendían a tener una mejor salud mental, independientemente de la cantidad de tiempo que pasaran en redes sociales.

Fomentar relaciones sólidas y de apoyo entre los adolescentes puede ser una estrategia más efectiva para mejorar su bienestar emocional que simplemente restringir su acceso a las redes sociales.

Para esto tenemos que encauzar el camino de estos jóvenes hacia grupos etareos aunque con intereses comunes, donde primen el estudio y la recreación sana.

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