Para el resfriado, respirar los efluvios que desprenden el ajo o la cebolla puede ayudar a combatir la infección, ya que contienen azufre, que posee un poder antiinfeccioso.

Para el dolor de cabeza, colocarse una bolsa con hielos en la cabeza o en la parte posterior del cuello ayuda a reducirlo. Otro remedio es ponerse un lápiz entre los dientes sin morder, para relajar los músculos que conectan la mandíbula con la sien.

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