La horticultura es la ciencia y el arte de cultivar frutas, vegetales y flores. Ha sido utilizada como terapia para los adultos mayores, pues cultivar frutas, vegetales y flores promueve el bienestar físico, psicológico y emocional.

Los objetivos principales son extender su autonomía e independencia, promover su participación e interacción social, así como desarrollar y mantener el sentimiento de bienestar general.

Entre los beneficios se encuentran:

Mantenimiento de las funciones cognitivas. Algunas de las funciones cognitivas son la orientación, la atención y la memoria. Estas tienden a verse afectadas con el envejecimiento. Es por ello que se considera importante estimularlas durante esta etapa de la vida. Es ideal para la preservación de las mismas, ya que integra actividades de estimulación cognitiva. Además, trabaja la reminiscencia de los propios recuerdos en torno a la infancia. Pues es probable que muchos adultos mayores hayan tenido un contacto directo con la naturaleza.

Ayuda a las personas mayores a no perder la orientación temporal, al experimentar las estaciones del año de una forma más inmediata.

Promueve la salud física y la sensación de bienestar al propiciar el contacto con la naturaleza, lo que ha sido considerado como un remedio fundamental para aliviar malestares físicos y psíquicos.

Como es una actividad que se efectúa al aire libre, permite la exposición a la luz solar, que controla los ciclos de sueño y vigilia, suministra vitamina D al cuerpo y mejora el estado de ánimo.

Reduce la presión de la sangre, fortalece el sistema inmune, disminuye el ritmo cardíaco y promueve la producción de endorfinas, lo que otorga sensación de bienestar general. Por último, el paseo por los jardines y huertos fomenta la actividad física.

Favorece la socialización. La realización y el disfrute de esta actividad motiva a los adultos mayores a compartir conocimientos y experiencias con los demás y no solo con personas de su misma generación, sino también con jóvenes y niños.

Fomenta el bienestar emocional. Otro de los beneficios terapéuticos el aporte a la salud emocional. Pues mitiga los sentimientos depresivos y reduce los niveles de estrés y ansiedad. También, proporciona un mejor manejo de la frustración y la ira.

Mejora la capacidad perceptiva. El contacto con la naturaleza y con la vegetación en sí, es una excelente fuente de estimulación sensorial. Por lo tanto, la horticultura resulta ideal para activar y desarrollar los sentidos (vista, oído, tacto, olfato y gusto). Debemos recordar que los mismos tienden a deteriorarse a medida que llegamos a la vejez.

Da la sensación de responsabilidad e independencia. Fomenta su sentido de responsabilidad. Aumenta así su autoestima y su autonomía.

Alienta el establecimiento de hábitos saludables. El contacto con la naturaleza sensibiliza a las personas y despierta en ellas comportamientos ecológicos.

Es recomendable realizar la actividad durante las primeras horas del día o al final de la tarde. Así se evita la exposición al calor intenso. Así mismo, es importante que beban suficiente líquido. La vestimenta debe ser holgada y fresca. Se aconseja usar un sombrero para el sol y guantes de jardinería para proteger las manos.

En fin, tener un huerto o jardín para embellecerlo, tiene como valor agregado servir como una agradable terapia para todos, pero, en especial, beneficia a nuestros mayores.   

Foto: Mejor con salud

Fuente: Mejor con Salud

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