El batallón B de la Brigada de Patrullas de la Dirección General de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) fue designado para dar inicio al proceso democrático de consulta popular del Código de las Familias en el Ministerio del Interior (MININT).
Las fuerzas de la institución armada, como parte de la población. participan de los procesos consultivos y electorales por sus lugares de residencia. Aquellos combatientes que por razones de trabajo se encuentran albergados en la capital, lo hacen a través de circunscripciones especiales constituidas a esos efectos.
La consulta se ha organizado garantizando el cumplimiento estricto de lo establecido por las autoridades electorales del país, y hacer efectivo el derecho que tienen los combatientes como parte de la población, de expresar sus criterios y proponer las modificaciones que se considere al documento.

El cronograma elaborado por el MININT se ajusta al establecido por los municipios en el que están enclavadas las circunscripciones especiales. En la Brigada de Patrulla se ha previsto la realización de 10 asambleas.
La primera consulta realizada contó con la participación activa de los integrantes del batallón B, quienes con claras evidencias de haber estudiado el proyecto, hicieron propuestas sobre varios de los temas que aborda el documento con la finalidad de enriquecerlo.
Prevaleció el criterio de que se trata de un proyecto moderno e innovador en el que se registran los derechos de los ciudadanos y se fortalece el papel de la familia. Igualmente se destacó la práctica de la Revolución de consultar al pueblo, escuchar sus criterios y realizar las modificaciones sobre las que exista consenso, lo que sin dudas es expresión de democracia socialista.

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Soy de la opinion y así lo planteé en reunión para este fin que por la importancia que representa dicho código para las familias cubana debería ser asignatura de nuestro estudiantes en los niveles secundarios hasta las universidades y estructuras politécnica para que las familias intercambiasen con sus estudiantes y se produjese ese intercambio de saberes e inconformidades que tendrían su resultado final en las asambleas de discusión del proyecto de ley, y no como se produce ahora que las familias asisten sin leerse apenas el proyecto y por lo tanto no se produce ningún intercambio solo participa la persona que se lo ha logrado leer que en realidad son los menos y por lo tanto se pierde el sentido democrático de la reunión.