El habanero Hotel Iberostar Parque Central, con categoría cinco estrellas, posee una larga trayectoria en favor de proteger el medio ambiente y asegurar el desarrollo sostenible.

Se trata de un colectivo anclado a una filosofía de trabajo que no descuida acciones encaminadas a la eliminación de plásticos de un solo uso, el reuso y el reciclaje de materias primas y materiales, entre otras prioridades para asegurar la disminución de los impactos ambientales negativos.

Por su labor consciente y sostenida recibió en 2018 el Premio Nacional de Medio Ambiente y en 2022 el Reconocimiento Ambiental Territorial.

Para el Hotel Iberostar Parque Central otro nuevo distingo por su sostenida gestión en favor del medio ambiente. Foto: Lissette Martín

Ahora acaba de sumar el Reconocimiento Ambiental Nacional, concedido por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) de Cuba, teniendo en cuenta sus aportes durante el calendario precedente.

La entrega de tan alto estimulo tuvo lugar en los predios de ese centro turístico que por su larga trayectoria de éxitos en ese frente mereció ser la sede del acto provincial de celebración por el 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente.

La jornada se dedicó a los 50 años de haberse establecido esa fecha por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas y al 80 Aniversario del natalicio de la Doctora Rosa Elena Simeón Negrín, paradigma de científica y mujer revolucionaria.

La delegada del CITMA en La Habana, doctora en Ciencias Adela Haber Vega, relacionó los resultados de la capital en cuanto a la protección del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales, en la implementación del Plan de Estado para el Enfrentamiento al cambio Climático en cada una de sus zonas priorizadas, en lo referente al arbolado, a la contaminación por residuales líquidos, por ruido y por contaminación atmosférica, así como en el manejo de los desechos peligrosos.

“En medio de circunstancias marcadas por la escasez de materias primas y dificultades para la adquisición de bienes, se trabaja en fortalecer las capacidades locales para que, desde la economía circular y apoyados en la fortalezas de la ciencia y la innovación, se minimicen el consumo de recursos, se reutilicen y reciclen los residuos, y se empleen cada vez más las energías limpias, que conduzcan a elevar el bienestar de la población de la capital”, aseveró.

Enfatizó en que no pocos son los retos, los cuales están identificados en la Estrategia Ambiental Territorial y particularizó en la protección de la Cuenca Subterránea de Vento, ante la presión del proceso inversionista y los riesgos de contaminación del acuífero, unido a la rehabilitación de las zonas afectadas en la zona de Playas del este y el saneamiento de la Bahía de La Habana.

Hizo mención al imperativo de seguir enfrentando las ilegalidades y los ilícitos contra los recursos naturales, así como solucionar de la manera más eficientemente posible la situación con los residuos sólidos urbanos, sin desconocer que se precisa una mayor respuesta de la población ante el perenne llamado de que actuemos con disciplina social.

La delegada insistió en que son numerosos los problemas ambientales que precisan de inversiones, y lo contrastó con el hecho de que Cuba enfrenta hoy una situación económica para nada ajena a la realidad internacional, a la par de los impactos que adicionalmente genera el bloqueo impuesto por los Estados Unidos.

El proyecto Coloreando amenzó la celebración. Foto: Lissette Martín

Puso de ejemplo la inversión de la siderúrgica Antillana de Acero para contar con una depuradora de gases que resolverá un problema de contaminación atmosférica importante de la capital, mientras que otras entidades que no han solucionado totalmente sus problemáticas, han adoptado medidas para ir reduciendo la carga contaminante que disponen al medio.

Al referirse a qué aspecto debe reforzarse en virtud de desarrollar una cultura ambiental dentro de la ciudad, significó: “Desde el triunfo de la Revolución el medio ambiente tiene como centro al hombre y su entorno y este debe ser, además, el centro de la cooperación, de la protección y del uso racional de los recursos naturales”.

Durante el acto se reconocieron a 62 instituciones científicas, docentes y recreativas, organizaciones y empresas con resultados loables en el último año.

Por su parte, el Gobierno de La Habana distinguió a personalidades que han mantenido una trayectoria destacada, con aportes significativos para el país y la provincia.

El Sello Conmemorativo 500 Aniversario de la Fundación de La Habana fue otorgado a Idania Hurtado Mola, Especialista principal de Gestión Ambiental y Sustancias Controladas, como drogas, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC) y miembro del grupo de expertos del Grupo de Auditores en Gestión Ambiental y del Comité Organizador del taller de medio Ambiente de BioCubaFarma.

La Giraldilla de La Habana recayó en el Ingeniero Químico Jorge Baltazar Álvarez, director general de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental, y en la Licenciada en Estudios Socioculturales, Elízabeth Frómeta Mejías, líder comunitaria, creadora y promotora del Proyecto Granjita Feliz.

Foto: Cortesía del CITMA
Foto: Cortesía del CITMA

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