De alguna manera la gran mayoría de las personas contaminamos el medio ambiente en nuestro diario andar. ¿Somos conscientes de eso? ¿Hacemos algo al respecto?
Según datos de la ONU cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico a nivel mundial y se deduce que la mitad de este material está concebido para un solo uso. Menos del 10% se recicla.
Se estima que cada año terminan en lagos, ríos y mares entre 19 millones y 23 millones de toneladas de desechos plásticos. Dicen que eso equivale al peso de alrededor de 2200 torres Eiffel juntas.
De igual manera, se calcula que a nivel mundial cada año se usan unas 500 mil millones de bolsas plásticas y se compran un millón de botellas plásticas por minuto. También se vierten en el océano ocho millones de toneladas de plástico, lo que equivale a un camión de basura por minuto.
Ante este hecho, la celebración este 5 de junio del Día Mundial del Medio Ambiente de 2023 centra su atención en la necesidad de hacer frente a la contaminación producida por los residuos plásticos, por lo que la ONU exhorta a las industrias, comunidades y población en general, a reducir su producción y consumo.
Los expertos previenen acerca de la inminente necesidad de reducir la producción y consumo de plástico de un solo uso, pues supone una seria amenaza para los océanos y, por tanto, para los ecosistemas y la fauna marina, así como para la salud humana, por el riesgo de acabar en la cadena alimentaria.
El 50% del plástico utilizado es desechable, lo que constituye el 10% de todos los residuos generados.
Una de las mayores preocupaciones es que los microplásticos (partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm) invaden los alimentos, el agua e incluso el aire.
Se estima que las personas ingieren más de 50 000 partículas de plástico cada año, y muchas más, si se tienen en cuenta las partículas inhaladas.
Los productos plásticos de un solo uso que se desechan o queman no sólo perjudican la salud humana y la biodiversidad, también contaminan los ecosistemas, desde los picos de montaña hasta el lecho marino.
Es imprescindible y urgente que los gobiernos, el sector privado y demás partes interesadas implementen medidas eficaces para resolver esta crisis medioambiental.
Debemos pensar que el tiempo se acaba y la naturaleza se encuentra en situación de emergencia. Si en este siglo se quiere mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C, para 2030 se deben reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero.
Si no actuamos ya, la exposición a aire contaminado aumentará en un 50% en esta década. Y los desechos plásticos que fluyen hacia los ecosistemas acuáticos podrían triplicarse para 2040, entre otras consecuencias.

¿Existe cultura de reciclaje en Cuba?
Desde hace 55 años se fundó la Unión de Empresas de Recuperación de Materias Primas, encargada de la recuperación, procesamiento y comercialización de los materiales y desechos reciclables generados en la industria, los servicios y la comunidad.
Sin embargo, el reciclaje se mantiene como una tarea pendiente. Aún se desechan muchos objetos que se pudieran reutilizar. Cajas y papeles de diversos tipos son botados al contenedor de basura. Las latas y envases de vidrio o plástico también se botan o ruedan por las calles; muchas veces tirados sin la menor preocupación desde un carro.
Para contribuir a la recogida de materia prima se crearon las Casas de Compra; la primera fue en La Habana, en 1980. Estas forman una red nacional de establecimientos pequeños que se dedican a la compra directa a los ciudadanos.
Se podría decir que en la población hay una cultura de reutilizar los pomos plásticos y jabas, aunque más por necesidad que por reciclar, y lamentablemente, existe la mala costumbre de botar basura por todas partes, lo que incluye desechar plásticos en el mar. Basta solo recorrer las playas en la época de verano.
Para estimular el reciclaje sería recomendable crear, cuidar y mantener la infraestructura necesaria. Lo ideal sería destinar un contenedor para la basura y al menos otro para los materiales reciclables, lo que hasta hoy es una gran utopía, si hasta cuesta mantener recogida la basura en los tiempos necesarios y los contenedores permanecen desbordados y abiertos, lo que provoca que los desechos vuelen a su antojo los días de mucho viento.
Es probable que la crisis económica impida lograrlo, pero quizá se podría rescatar las campañas de recogida de materias primas a nivel de barrio. De hecho, la propia crisis debiera hacernos tomar consciencia de esta necesidad. ¿Es tan difícil?
Y esto es solo una arista del problema. De muchas formas contaminamos a diario nuestro planeta azul. Entonces, ¿crees que somos conscientes del daño que le hacemos al medio ambiente? ¿Hacemos lo necesario para enfrentar esta situación global? ¿Sabemos el daño que nos hacemos nosotros mismos?
Si queremos salvar nuestro planeta azul, la Carta de la Tierra nos incita a "aprender a vivir con reverencia ante el misterio del ser, con gratitud por el regalo de la vida y con humildad con respecto al lugar que ocupa el ser humano en la naturaleza".
Referencia:
Sitio web de la ONU
Enciclopedia cubana Ecured
Otras informaciones:
lo mas tristes de esto, es que uno de los mas contaminadores somo nosotros los cubanos que no se reciclan los plástico que hay miles y miles de javitas de las tiendas botadas en la calle porque en donde hay tanques de basura pasan días y días y no lo recogen, y los mal llamados buzo que recogen sobras en las basura vacían las javitas y las dejan botadas, cualquier persona arreglan los carros en las vías publica botan aceites en la calle y cuando llueve toda va a parar a las alcantarilla y por supuesto después al mar en las mayoría de los talleres no hay trampas de grasa y si las tiene nunca se limpian se lo digo por experiencia que yo hice una trampa de grasa en mi empresa y mas nunca se limpio
Muchas gracias por su comentario Sergio, tiene razón en todo lo que plantea. Es necesario tener consciencia y cultura de reciclaje, para eso es necesario que existan las condiciones adecuadas, y una infraestructura que contribuya a llevar a cabo esta labor tan necesaria para el medio ambiente y para nosotros mismos, pero sobre todo hace falta un cambio de mentalidad, que no se considere normal botar basura por cualquier lado sin la menor preocupación.