El programa de entrenamiento que imparte el habanero Instituto de Refrigeración y Climatización (IRC) sobre el uso del amoniaco, acompaña al empeño del país de introducirlo cada vez más, pero sin descuidar la estricta observancia de las buenas prácticas que precisa ese gas refrigerante.

Se trata de la primera edición de un curso de tal alcance, que consta de cinco módulos, en cuya preparación se enrolaron otros especialistas como los de la Oficina de Ozono, el Ministerio del Interior (MININT), profesores de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (CUJAE), y demás personal con vasta experiencia en el campo de la refrigeración con amoniaco.

El Ingeniero Oscar Hernández Pérez, director de Aplicaciones Ingenieras del IRC, comentó que el entrenamiento surge a punto de partida de las necesidades de las empresas, tanto explotadoras, como serviciadoras y mantenedoras que emplean el amoniaco como refrigerante principal, las cuales carecen del conocimiento básico sobre la forma de operar y trabajar con seguridad los sistemas de este tipo, que en Cuba están bastante deteriorados.

Casi el 90 % de las grandes instalaciones frigoríficas industriales en la nación caribeña emplean el amoniaco, pero igual está presente en sitios que lo han introducido para la climatización, como la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) y otros que ha apostado por ese gas natural, dada su capacidad de no afectar la capa de ozono y no generar efecto invernadero.

A juicio del Ingeniero Pedro Peña Rojas, especialista principal del IRC y profesor líder del entrenamiento, las jornadas han puesto un marcado énfasis en las reglas de seguridad, la operación, la explotación y la concepción de esas instalaciones para evitar problemas con fugas, accidentes o averías que provoquen una situación que atente contra las personas y el patrimonio industrial.

“Es una sustancia clasificada como tóxica, pero posee muchas conveniencias en la refrigeración por ser ecológica. Las propiedades ventajosas que posee, entre estas las termodinámicas, superan la elección de otros refrigerantes, y si se explota bien no tiene inconvenientes”, añadió.

Con una duración de cinco meses –inició en febrero último- el programa está dirigido al personal técnico de organismos, y a quienes operan las instalaciones, tratando de despertar conciencia de que el respeto al uso del amoniaco debe nacer del conocimiento.

La conferencia impartida por el Teniente Coronel Martell Membribes atrapó la atención de los participantes en el curso de entrenamiento. Foto: Lissette Martín

El primer especialista en Protección a Sustancias Peligrosas, de la Dirección de Protección del MININT, Teniente Coronel Lino Martell Membribes, reconoció que todo está normado, pero en la práctica se aprecia que hay quienes carecen de la habilidad necesaria para trabajar esos sistemas.

Significó la trascendencia del curso, que entre otros temas se centra en las cuestiones de la seguridad, y las principales causas que pueden provocar un incidente o un accidente en escenarios de este tipo.

Para el joven Fernando Castillo, técnico en refrigeración, han sido jornadas muy provechosas, que le aportan una visión más abarcadora de cómo operar eficazmente el sistema instalado en el CIGB donde labora desde hace casi cuatro años. “Muchos más deben pasar por estos entrenamientos”, advierte.

El mundo transita en estos momentos hacia el empleo de los refrigerantes naturales. Hoy entra al país un número importante de equipos con hidrocarburos y hay que preparar al personal encargado de la atenderlos, repararlos y darles mantenimiento.

“En el caso del amoniaco, Cuba ha ido perdiendo fuerza técnica preparada, por ello identificamos la necesidad de revertir esta realidad y una de las acciones son estos cursos”, afirmó el director general del IRC, Ingeniero José Rojo.

Más adelante destacó cómo ese centro perteneciente al Grupo de la Electrónica, del Ministerio de Industrias, tiene entre sus objetivos introducir en todos los nuevos proyectos que ejecuta el uso de amoniaco, en dependencia de la factibilidad de hacerlo.

Las entidades interesadas en acceder a los cursos deben comunicarse con la secretaria docente del IRC Iraida Rodríguez, a través del 7265-9077, extensión 108. Pueden organizarse dentro de las propias entidades, como lo hace en estos momentos la Empresa Prodal, en el habanero municipio de Regla.

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