Los salideros de aguas albañales continúan siendo una de las problemáticas más sensibles para la población habanera. Aunque se trata de una situación extendida en muchos puntos de la ciudad, hoy nos enfocamos en un caso específico del barrio Santos Suárez, en el municipio de Diez de Octubre, donde el vertimiento constante de residuales afecta directamente a familias de la zona.

En la calle Libertad, entre Cortina y Juan Bruno Zayas, hace alrededor de cinco años ocurrió una obstrucción en las tuberías de aguas albañales que provocó el retorno de residuales por los tragantes de varias viviendas, además del vertimiento hacia la vía pública.

Vertimiento de aguas albañales por la calle. Foto: Norma Ferrás Pérez

Con los recursos disponibles en aquel momento, Aguas de La Habana aplicó una solución paliativa, pero para ello fue necesario dejar un hueco abierto en la calle. Los vecinos aseguran que, cada vez que se intentaba cerrar, las aguas albañales volvían a penetrar en las casas.

Por otra parte, hace aproximadamente dos meses fueron sustituidas las tuberías del gas manufacturado, lo cual implicó abrir zanjas a lo largo del barrio. Tras concluir los trabajos, las zanjas fueron rellenadas, pero no pavimentadas, y el hueco previamente dejado por Aguas de La Habana quedó cubierto.

Poco después, el problema resurgió con mayor intensidad, generando un vertimiento de grandes proporciones, cuando llega el agua de la calle, que afecta a toda la cuadra y, de manera directa, a las viviendas más cercanas.

La situación fue reportada por los vecinos a la Empresa de Aguas de La Habana, tanto a nivel municipal como provincial, así como al Consejo de la Administración Municipal.

El 10 de noviembre, inspectores de Aguas de La Habana en Diez de Octubre visitaron la zona para comprobar lo planteado y constataron que, desde el registro 24, corren aguas albañales a lo largo de la cuadra, las cuales además brotan por los tragantes de las casas.

Vertimiento de aguas albañales por la calle. Foto: Norma Ferrás Pérez

Durante la visita, explicaron que lo más pronto posible se enviaría un carro de alta presión a fin de diagnosticar con precisión las acciones necesarias para solucionar el problema, el cual compromete la higiene y la sanidad del entorno.

En días recientes, un inspector provincial de Aguas de La Habana también acudió al lugar para entrevistar a la vecina que realizó el reporte inicial y, tras corroborar los hechos, elaboró un informe detallando las afectaciones que sufren tanto las viviendas como la vía pública.

Este episodio ocurre en un contexto epidemiológico complejo, en el que las arbovirosis continúan proliferando, por lo que resulta imprescindible eliminar cualquier foco que favorezca la presencia de mosquitos. De hecho, en esta misma zona se han diagnosticado numerosos casos de enfermedades asociadas a vectores.

Restos de aguas albañales en poceta de baño, después de bajar el nivel. Foto: Norma Ferrás Pérez
Aguas albañales que brotan por tragante de pasillo lateral de una de las viviendas, por donde entran las tuberías de agua potable. Foto: Norma Ferrás Pérez
Aguas albañales que brotan por tragante de pasillo lateral de una de las viviendas, por donde entran las tuberías de agua potable. Foto: Norma Ferrás Pérez

La situación reviste un carácter aún más delicado debido a que entre los afectados se encuentran personas especialmente vulnerables. En una de las viviendas reside un joven con Trastorno del Espectro Autista (TEA) con discapacidad intelectual, donde las aguas albañales han retornado por la poceta del baño y brotan con fuerza por un tragante en un pasillo colindante con la cocina, precisamente en la zona de entrada del agua potable.

Aguas albañales inundan el jardín de la casa donde vive una anciana de más de 100 años, quien requiere atención médica frecuente. Foto: Cortesía de vecina Aleida Guzmán Londres

En otra casa vive una anciana de más de 100 años, que requiere atención médica frecuente, pero el acceso se ha vuelto intransitable debido al vertimiento constante. Además, los vecinos alertan sobre la erosión que estas aguas están provocando en los cimientos de las viviendas.

Aguas albañales inundan el jardín de la casa donde vive una anciana de más de 100 años, quien requiere atención médica frecuente. Esto dificulta mucho el acceso a la vivienda. Foto: Cortesía de vecina Aleida Guzmán Londres
Aguas albañales inundan el jardín de la casa donde vive una anciana de más de 100 años, quien requiere atención médica frecuente. Foto: Cortesía de vecina Aleida Guzmán Londres

Aunque es conocido que la situación económica del país limita la disponibilidad de recursos, los residentes insisten en que este caso demanda una atención prioritaria e inmediata, pues las afectaciones se agravan con el paso de los días.

Los vecinos apelan a la sensibilidad y sentido de responsabilidad de las autoridades y entidades competentes, y reiteran su solicitud de una solución urgente que devuelva la higiene, seguridad y tranquilidad a esta cuadra de Santos Suárez.

Vertimiento de aguas albañales por la calle. Foto: Norma Ferrás Pérez

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