En plena 5ta. avenida, en la casita con el número 4206, Aisbel Ruiz hace agricultura urbana y familiar. Al
frente y costado, en un reducido espacio, hay matas de guayaba, frutabomba, caña, yuca, plátano, limón, café, plantas medicinales y condimentosas. En la parte posterior, bajo la sombra de las de aguacate y mango, picotean el suelo patos, gallos y gallinas.
Con su pequeña producción, se evita gastos que puede destinar a otras necesidades. De eso se tratan los llamados a la siembra en Agricultura urbana, suburbana y familiar patios y parcelas, expresión práctica en la búsqueda de autonomía: no llega a ser autosuficiente, pero no es totalmente dependiente del mercado.
Esa es una de las facetas de la agricultura urbana, suburbana y familiar, muy pertinente para los tiempos que corren. Fue en una situación de crisis parecida a la actual que creció ese movimiento, al demostrar la viabilidad de producir con bajos insumos y cerca de la gente.
EN TIEMPOS DE RETOS
En ocasión del séptimo aniversario de la partida física de Adolfo Rodríguez Nodals, considerado el líder de esta modalidad productiva, la directora nacional de la Agricultura urbana, suburbana y familiar (AUSUF), Elizabeth Peña Turruellas, compartió sus criterios acerca de los retos que esta enfrenta en la capital cubana, por donde todo comenzó.
Lo primero –consideró–, es rescatar la figura del representante de la agricultura urbana en el consejo popular, hoy deficitario en el 50 por ciento de las demarcaciones habaneras. “Eso es clave, tenemos muchas reservas y potencialidades para seguir sumando a personas y familias a producir alimentos. Sin esa figura es imposible que el grupo provincial o municipal pueda dar respuesta a esa labor, que es de todos los días, de conjunto con las organizaciones políticas y de masas para aglutinar y trabajar con las familias. Esa persona es esencial”.
Para Peña Turruellas otro reto de la capital es revisar la estructura empresarial para atender la base productiva de la agricultura urbana, suburbana y familiar, porque los cambios que se han hecho en el pasado no han propiciado mejorar la atención.
“Hay que tomar medidas urgentes y determinar de conjunto con la Delegación de la Agricultura cuál sería la estructura que realmente necesita La Habana para atender la base productiva”, sobre todo en un contexto de insuficiente fuerza de trabajo. Cuando hace falta “sembrar personas en el campo”, la agricultura urbana, suburbana y familiar puede aglutinar, sobre todo porque “la mayor reserva está, tenemos los patios y las parcelas”. “Si lográramos un representante en cada consejo, podríamos tener más producción e involucrar
a más familias, a modo de terapia ocupacional, pues están más que demostrados los impactos desde el punto de vista social, económico, medioambiental, productivo del programa de la agricultura”.
La Directora de la AUSUF consideró esencial rescatar los rendimientos. Aunque se ha trabajado en los organopónicos gigantes –un poco difíciles de manejar–, y el Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) está apoyando, debemos hallar la forma de gestión empresarial adecuada, que permita elevar los rendimientos y las producciones en los polos productivos de vegetales como El Roble, La Coca y Fontanar, con unas 60 hectáreas, destacó.
“Si esas unidades estuvieran produciendo hortalizas y condimentos frescos de manera diversifi cada e intensiva, con buenos rendimientos, no hubiese tal déficit de su oferta en La Habana, pero hoy los rendimientos allí son muy bajos”, enfatizó.
A su vez, recalcó, debe insistirse en lo que rinden los organopónicos más pequeños, de menos de una hectárea y menos de media hectárea y en establecer pequeños huertos en los centros de trabajo.
“Tenemos muchos centros que no tienen tierra, pero hoy se están articulando con áreas productivas que sí la tienen y están dando su aporte a ese autoconsumo y a contribuir con la Ley de soberanía alimentaria y seguridad alimentaria y nutricional. Otros hacen convenios de trabajo con entidades de la agricultura o pidiendo tierras ociosas y deficientemente explotados. Ahí la reserva de la capital y su agricultura urbana, suburbana y familiar”.
NO DETENERSE
A juicio de la Directora de la AUSUF es indiscutible que La Habana ha avanzado y ya no muestra aquella imagen de años atrás de pichón esperando que le trajeran la comida, pues existen experiencias muy positivas en balcones, terrazas y patios.
Cuando existen dificultades objetivas con las fuentes de materia orgánica y su traslado, entre otras, “debemos insistir en el compostaje en cada unidad productiva, el manejo agroecológico de plagas y la producción de semillas de las especies que demanda La Habana”, concluyó.
Ver además:
Las autoridades nacionales y de la provincia deben exigir a las del municipio Guanabacoa por qué razón hace 6 días no entra el agua a santa fe y otros pueblos de guanabacoa campo. A pesar de las quejas remitidas sigue sin solucionarse esta problemática, alargándose el ciclo cada vez mas. La mayoria no tiene posibilidad de tener tanque para almacenar para tantos dias. Es importante que se gestione una solución real y duradera.