Para los que gustamos de pasear por La Habana, resulta muy familiar hacerlo por los portales, los que años atrás se construyeron precisamente para proteger a los paseantes del Sol o la lluvia que nos brinda nuestro maravilloso clima del Trópico.
Pues sí amigos con la expansión de la ciudad y buscando nuevos caminos, se comenzaron a construir las lujosas mansiones de hombres de negocio criollos o españoles acaudalados quienes ya no encontraban atractivo en el puerto habanero y querían disfrutar de un aire más puro.
A estas mansiones siempre las antecedía un gran portal, según la denominacion de Carpentier, espacio cubierto sostenido por columnas, que representan un elemento decorativo de lujo y una constante del estilo de arquitectura habanera, por lo cual la denominara como La ciudad de las columnas, estos espacios se encuentran a la entrada de las casas, una tradición muy necesaria pero ya olvidada debido al crecimiento de la población y la extensión de las viviendas tratando de ganar espacio a la calle, principalmente los que se encontraban en las calzadas eran portales corridos, denominados soportales.
Podemos encontrarlos en la calzada del Cerro, 10 de Octubre, Monte, Galiano, Reina, Belascoaín, y otras que se pueden admirar si nos decidimos a andar La Habana.







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Disfruto con estos breves trabajos de Mirando La Habana. Mi agradecimiento sincero desde Salamanca.