En días pasados compartimos con ustedes una peculiar historia mañanera sobre el transporte escolar. Hoy queremos adentramos un poco más en la historia de su protagonista.
Delfín Luis Ramos Cruz dibuja con ruedas, todas las mañanas, un mundo diferente para sus niños mágicos. Lo que pudiera ser un trayecto aburrido para la escuela, él lo convierte en aliento, esperanza y diversión. Es que Delfín tiene duende, ese que lo ha llevado a manejar en escolares por más de 30 años.

Estudió mecánica, siempre tuvo claro que lo suyo era darle movimiento a las cosas. Su padre, también chófer, lo introdujo en este mundo del transporte escolar y así es como pasa de manejar una grúa a los niños. Su nonagenario padre aún sigue siendo referente para Delfín y habla con orgullo del día en que lo llevó a trabajar a escolares.

Delfín exhibe, con la humildad que lo caracteriza, el récord de llevar más de tres décadas en el sector sin accidentes. Alega que la clave es la precaución. "Nunca tengo apuro en llegar a la casa o la escuela, voy despacio", refiere con calma al hablar, lo que nos hace creer que es una característica propia de su temperamento y que efectivamente, no miente al decir que maneja despacio.

Nos cuenta sobre cada uno de sus niños y la relación especial que tiene con ellos y su familia. Estos son de la Escuela Especial Solidaridad con Panamá, pero también tiene experiencia con niños con déficit auditivo y con la escuela Dora Alonso, especializada en atender niños con Trastorno de Espectro Autista.

Ciertamente, tiene Delfín una sensibilidad peculiar para tratar con ellos, complacerlos y servirles de apoyo. Confiesa el orgullo que siente cuando muchos de ellos crecen, se convierten en adultos y lo reconocen en la calle; pero también refleja en su rostro la tristeza cuando habla de los que ya no están.
Los años de retiro casi tocan a la puerta de este chófer que, aunque no parece estar muy convencido de abandonar pronto el timón y a sus niños, sí tiene claro que se jubila en escolares.









(Tomado de la página de Facebook de Eduardo Rodríguez Dávila)
Ver además:

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Bello trabajo el de este cubano. Muy sensible. Le felicito Delfin. Dios lo bendiga y proteja.