Después de abordar la situación del transporte público en la capital, específicamente la reducción de la transportación de pasajeros a través de los ómnibus (los conocidos naranjas y azules), en una transmisión en su página en Facebook, el ministro del Transporte de Cuba desapareció de la plataforma. Según ella:"ha infringido normas".
Desde el pasado 16 de enero, Eduardo Rodríguez Dávila había creado una página en Facebook, como una herramienta para sostener una relación directa con la ciudadanía, y convertir a la comunicación en un pilar de la gestión de su ministerio, una política que ha promovido el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Durante estas semanas, el ministro con apoyo de su equipo, realizó un promedio de entre dos y tres publicaciones diarias, con una elevada interacción con las audiencias, cientos de comentarios, algunos de los cuales –tanto privados como públicos− eran respondidos por él mismo, con educación, sencillez y autenticidad. A ese esfuerzo le llamó “Proyecto Desafío”. Quizá no tenía la dimensión exacta en ese momento de todos los desafíos a los que se enfrentaba.
Con un crecimiento de casi 300 seguidores diarios, la página abordaba los retos del transporte en Cuba, ofrecía información y a la vez se retroalimentaba con las opiniones que se recibían en cifras crecientes. Esta última semana, se destacó un post en el que el Ministro llamaba a aquellos que conducen un vehículo estatal a recoger personas en las paradas y facilitar su movilidad en momentos en el que La Habana solo cuenta con unos 240 ómnibus funcionando como promedio diariamente, de unos 2000 que lo hacían en la década de los 80 del siglo pasado, algo que es una tendencia en todo el país.
La página se caracterizaba por el uso de hermosas fotos y frecuentes audiovisuales, en los que se revelaban historias de vida y paisajes e infraestructuras relacionadas con el transporte en Cuba.
Cada semana se divulgaba una nueva imagen de portada y el domingo se aclaraba de qué se trataba. Así se divulgó el faro de Cayo Caimán de Santa María; el pecio Olivette, en el que viajó José Martí o llegó a Cuba la orden de alzamiento de la guerra de 1895 por la independencia de España; o la carretera de La Farola, entre otros ejemplos.
Cada día más personas amanecían leyendo la primera publicación de la página y aumentaba la interacción con las audiencias, con algunos ejemplos de decisiones en el ámbito del transporte que se gestaban por la comunicación que la página propiciaba.
Pero desde anoche se nos fue haciendo evidente que el ministro Eduardo Rodríguez Dávila "no existía". La transmisión realizada antes, sobre el transporte público en La Habana, no se pudo emitir desde la página del Ministro, desde donde están enlazadas otras 50 páginas de otras instituciones que comparten la señal, Facebook no lo permitió, no sabemos las causas, solo pudimos compartir la señal emitida desde la página del ministerio, alternativa a la que recurrimos, y como consecuencia solo se pudo emitir desde esas dos páginas y no desde las otras 50.
Las publicaciones de la página del Ministro, compartidas por cualquier persona en Facebook, referían que ya no estaban disponibles. Sencillamente Eduardo Rodríguez Dávila supuestamente había "infringido normas". No es la primera vez que algo así ocurre, aunque esta vez había sido brutal. Quizá por nuestros reclamos emitidos en la propia página a los que administran Facebook, se nos acaba de permitir recuperarla.
Reaparece para Facebook el ministro del Transporte en Cuba. No sabemos si algo así pueda volver a ocurrir, si en el futuro no nos ven, pueden ir a la página en Facebook del Ministerio del Transporte y desde allí les diremos. Aunque desde ya buscamos otras alternativas.
Mientras todo esto ocurría, Eduardo Rodríguez Dávila en la mañana de hoy, amanecía en la Empresa de Transporte Nacional del Comercio, compartiendo retos y proyecciones con los trabajadores y directivos, junto a la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, y ofrecía “botella” a todo el que podía en su trayecto de regreso al Ministerio del Transporte, como lo hace cada día.
(Comparto esta comunicación preparada por el equipo del Proyecto “Desafío” ante esta contingencia. De algún modo siempre estaremos con ustedes y las desapariciones serán únicamente provocadas por los que deciden sobre estas plataformas de comunicación).



(Tomado del perfil de facebook de Ministro del Transporte de la República de Cuba)
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Adelante una hora su reloj esta noche a las 12:00
Y aun asi se pasean muchos Omnibus vacios o medio vacios por toda la Habana. Omnibus Yutong de trabajadores con 4 o 10 personas encima y en algunos casos hasta vacios porque supuestamente se dirigen para la Empresa que los tiene contratado, como si en ese tramo no pudieran adelantar tambien al personal. Los Ruteros (cuando trabajan) comienzan a las 10am y terminan a mas tardar a la 1pm. Microbuses y Autos Ligeros ESTATALES que no le paran impunemente, ni a los propios Inspectores en las Paradas y luegos estos dedicandose a parar Autos Particulares para revisar precio de los pasajes (algo que es importante, pero donde dejan la otra tarea de aliviar las paradas) mientras las paradas siguen llenas de persobal esperando a que de la vuelta el unico omnibus en funcionamiento que tiene la ruta que espera. En fin, que podemos hacer un periodico. ENTONCES para Facebook, Telegram o cualquier otra Red Social. Necesitamos Soluciones y Respuestas.
Es indignante la falta de ética de los dueños de las redes. La solución es crear nuestras propias redes, con ello todos los cubanos tendriamos la información que nos hace falta sin que pueda ser bloqueada.
Muy buen ministro,en contacto directo con la población y nuestros problemas, diáfano,en la concreta! Felicidades Imiten su actuar!
También fui víctima de los algoritmos a inicios de 2023, nunca más pude publicar ni acceder a Twitter, antes de que se convirtiera en X. Bajo es espurio pretexto de infringir las normas de sanciona a los cibercomvatientes cubanos que ofrecen al mundo una verdad incomoda sobre la resistencia creativa de nuestro pueblo. Qué viva la libertad de expresión, no? Siempre que no afecte la política editorial del amo del mundo.
Agradezco la gestión del Ministro que siga por ese camino. Pero considero algo sensacionalista el título del trabajo, tan amplio que es nuestro idioma