Una nueva ternera nació en la finca Purísima Concepción para sumarse al rebaño. Hija de la vaca Siboney, de la raza homónima, apenas puede tenerse en pie y todos miran expectantes que empiece a tomar el calostro de las hinchadas ubres de su madre.

En la finca, de unas 60 hectáreas, el productor Emilio Interián, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Sabino Pupo, de Arroyo Naranjo, se dedica a la producción de frutales, fundamentalmente, mango; cerdos y leche.

Foto: Raquel Sierra

Con 18 vacas y 10 novillas, tiene para este año un plan de entrega de leche a la industria de 7 500 litros. Tradicionalmente, sobrecumple su compromiso (9 350 de plan y un real de más de 10 000 en 2023), además de aportar a varias familias de su comunidad, Las Lajas, en el Consejo Popular Mantilla.

Para conocer acerca de la experiencia de este campesino habanero, también diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular, sobre la finca en la que nacieron y vivieron sus padres y abuelos, sus animales y proyectos, llegó a la Purísima Concepción el vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa.

Foto: Raquel Sierra

En el recorrido, en el que estuvo acompañado por el vicegobernador, Jesús Otamendiz, y Julio Martínez, coordinador de Programas del Gobierno provincial, recorrieron las naves donde crecen los terneros, resultado de un buen manejo y alimentación, que conducen a una natalidad estable; y los vacunos para ceba, que le permitieron entregar un poco más de las toneladas pactadas de carne a la industria.
Vista hace fe

“Nosotros hacemos un gran esfuerzo hoy para lograr estas producciones, casi sin recursos, pero no incumplimos ninguna. Dentro de las 63 medidas para impulsar el sector agropecuario, hemos podido sacrificar animales para autoconsumo, justo porque cumplimos con todos los parámetros establecidos: las vacas paren, crecemos en la masa, se cumplen los planes de leche y de carne”, describió el productor-veterinario.

Foto: Raquel Sierra

Una de sus principales producciones es la porcina. “La crianza de cerdos ha estado muy afectada desde hace varios años, agudizado a partir de la pandemia y del recrudecimiento del bloqueo, que ha impedido importar los alimentos, pero nosotros no hemos desistido de la producción porcina. Nos hemos mantenido en momentos de crisis grave, porque pensamos que si no lo hacemos nosotros, quién lo va a hacer”.

En condiciones normales, cuenta, en la Purísima se producían hasta 70-75 toneladas, ahora, están al 50 %, buscando alternativas. “Hay que garantizar el pienso de inicio, muy importante para la crianza del cerdo chiquito la preceba, la etapa más delicada, pero después lo otro puede ser con diferentes materias primas, con subproductos y nosotros hemos buscado esas alternativas, el encadenamiento, alternativas con la empresa porcina…”, destacó.

En el recorrido participaron también autoridades del municipio Arroyo Naranjo. Foto: Raquel Sierra

Para este productor, que con apoyo institucional e inversión propia creó la infraestructura hecha a su gusto y ha compartido sus criterios en diferentes tribunas y en la Comisión agroalimentaria del parlamento, “no podemos desistir, si queremos que este país coma y coma proteína, tenemos que salvar la producción porcina, la única que a corto plazo da alimento a un país”, señaló y señaló la posibilidad que brinda de industrializarla y producir varios derivados.

Foto: Raquel Sierra

En la finca, donde hay mamoncillo, guayaba, aguacate, mamey, ciruela, tamarindo, guanábana, chirimoya y anón, predomina el mango, que tiene diferentes destinos de consumo social –ocho centros de educación y salud-, punto de venta minindustria y acopio. Ante las pérdidas de la fruta -que se producen en cada temporada-, Interián ve la solución en una minindustria, donde podría producir algunos alimentos tan necesarios en los hogares habaneros.

Entre sus proyecciones –ya en camino a partir de coordinaciones para la conexión del agua-, se encuentra poner a explotar las tres lagunas existentes en esas tierras, de unas dos hectáreas, para sembrar en ellas tilapias, clarias y otras especies de agua dulce.

Foto: Raquel Sierra

Multiplicar la experiencia

El Vicepresidente cubano se interesó por cada una de las especies, el peso que alcanzan, el procesamiento de los alimentos que consumen, las personas que trabajan en la finca, la salud de las crías, los puntos donde se comercializan los productos, la acuicultura y los delitos que afectan a los agricultores, entre otras.

En el intercambio con el productor, reflexionó: “eres un ejemplo digno de imitar, de aprovechar todas las áreas, las tierras hay que aprovecharlas. Nosotros en La Habana estamos rodeados de muchas áreas que no están ocupadas, no están urbanizadas. Entonces hay que ponerlas a producir hortalizas, hay que ponerlas a producir cultivos varios, es necesario producir flores…cosas que son necesarias, que son útiles y son demandas que tiene la población, que se puede hacer aquí en La Habana y no hay que traerlas de otras provincias, no hay que importarlas…”.

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