Mucho se ha hablado de la arquitectura habanera, siempre destacando su gran belleza, pero, en ocasiones, pasamos por alto detalles que la distinguen de manera singular, nos referimos en esta ocasión a los denominados guardavecinos.
Dicho término resulta un aporte al idioma español y a la arquitectura vernácula, estos adornos o protección como se quieran denominar, algunos con formas artísticas y otros con fines defensivos, tuvieron gran auge en el periodo colonial, cuando los nuevos ricos decidieron abandonar el cerco amurallado y extender la construcción de sus mansiones hacia las afueras de la villa.
Es entonces cuando surgen los oficios, heredados de la Metrópoli, los cuales adquieren gran relevancia en la época, nos referimos en específico a la forja del metal y a los herreros, los que llegaron a realizar verdaderas obras de arte que han podido escapar de la rapiña o destrucción, aunque en algunos casos sin ningún apego a la belleza y que se conservan aún en nuestros días.
Conociendo esto no pasemos por alto algo que da brillo y esplendor a nuestra bella ciudad.




Otras informaciones:
Este grupo de artesanos, maravillados por la riqueza arquitectónica, confecciona a pequeño formatos replicas de rejas y otros elementos que están por desaparecer y conforman parte de nuestra identidad tangible, si le interesa contáctenos. Fb. Grupo De Cadalso y Familia. Gracias
Algo bello de nuestra historia, no sólo son las magestuosas casonas, los grandes parques y las grandes avenidas, son también esos detalles que nacieron de la forja y el sudor de nuestros herreros, sólo que no le hemos dado el valor que se merecen