La Empresa de Diseño Ciudad Habana (DCH) es paradigmática comparada con sus similares de la provincia y todo el Archipiélago; dicho así para no pecar de chovinista con equiparaciones más allá de las fronteras nacionales.
Lo es también dentro del sector de la Construcción y el sindicato que agrupa a los trabajadores de ese frente, en predios locales y la Isla entera. Lo es al punto de campear por su respeto entre las mejores entidades del país, referente a imitar, en el propio ámbito de su desempeño e incluso en cualquier otro.
Pese a un 2022 también tremendo, por difícil, para DCH, con poco o casi nada para diseñar, sus profesionales se sobrepusieron a las limitaciones y trabajaron exitosamente, al punto de que resultó uno de los nueve colectivos de la Construcción y Recursos Hidráulicos, de la capital, merecedores de la condición Vanguardia Nacional, entre los 35 galardonados en toda la Isla.
Y lo que, sin lugar a dudas, es propio de campeones, en el caso de DCH, que repite el ascenso al grupo élite por trigésimo sexta ocasión consecutiva, le otorga la categoría de extraclase.
Durante la etapa (2022), DCH volvió a demostrar que es una empresa líder en diseño de arquitectura e ingeniería para el hábitat, obras sociales, inmobiliarias y el turismo, con el sobrecumplimiento de todas sus metas y altos niveles en todos los índices que miden la eficiencia.
La Empresa Diseño Ciudad Habana es una entidad subordinada al Gobierno de la capital, que debería tener, dado su proyectado objeto social, alcance local, fuera de las grandes prestaciones; pero no, gracias al
empuje del colectivo y el talento demostrado por sus integrantes, la entidad ha logrado colarse entre las grandes a nivel nacional.
Atesora realizaciones que gozan de la acogida del público y los especialistas, tan aportadoras y útiles como de renombre: barrios vulnerables, Villa Panamericana, parques de la Avenida Paseo, el emblemático hotel que hoy se levanta en la calle 23, frente a Coppelia, Centro Científico Docente en el Jardín Botánico y Ciudad Caribia (en la República Bolivariana de Venezuela).
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El edificio o la Torre de 23 y K o simplemente Torre K. Su dirección es esa 23 y K, aunque esa calle quede truncada y no salga físicamente a 23, si continúa desde 25. Y claro que si es K, está entre J y L. No hay que hacer guajimapas. En La Habana como es normal en lenguaje citadinos, se usan las direcciones.