“En este momento dramático del mundo, el artista debe llorar y reír con su pueblo”, sentenció Federico García Lorca, quien les pidió además “dejar a un lado el ramo de azucenas y meterse en el fango para ayudar a los que buscan las azucenas”.
Y a tono con las palabras del ilustre poeta granadino, traídas al actual contexto cubano, los arquitectos e ingenieros vinculados al sector de la construcción en la capital, reiteradamente pidieron durante la realización del balance de la organización gremial que los agrupa, pensar y llevar a la práctica formas de cooperación, que, desde el quehacer profesional, contribuyan a la restauración del Pinar del Río devastado por el huracán.

Y ese propósito de servir y ser más útiles al crecimiento estético, desde las construcciones, y el rescate y conservación de su patrimonio arquitectónico, también en el ámbito capitalino, fue expresado directamente o apareció implícito, en la mayoría de las intervenciones suscitadas al calor de los debates en torno al quehacer de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC), en la provincia (2018-21), reunión que cierra el proceso asambleario en el ámbito local, antesala del IX congreso de la organización, a efectuarse en enero del año entrante.
En concordancia con tal vocación de servicio y utilidad, los participantes abogaron por la creación de nuevas estructuras, alianzas y mecanismos, que acerquen y propicien un vínculo más cercano con las autoridades y el desarrollo local, de manera tal que todo cuanto se haga en los barrios y el municipio, en la esferas de su competencia, lleve la impronta de un asesoramiento autorizado, sobre todo en la labor transformadora que ahora mismo tiene lugar en las comunidades con desventajas sociales.
Aprovechar al máximo el conocimiento de quienes les toca marcar los derredores de las edificaciones en la Isla, ese fue el espíritu que primó en los análisis, matizados por intervenciones que reclamaron hacer valer los derechos de autor, combatir el intrusismo profesional, acabar de aprobar una Ley de Arquitectura, y que los proyectos de las obras de mayor envergadura y trascendencia sea el resultado de una convocatoria a concurso entre los profesionales locales, a quienes muchas veces no se les tiene en cuenta, sobre todo en el caso del desarrollo hotelero.

Algunos manifestaron preocupación por el decrecimiento de la membresía, y más allá del salario, entre las probables causas mencionaron la motivación.
En tal sentido pidieron estrechar vínculos con los jubilados, tocarle la fibra a los jóvenes recién graduados, a quienes se les debe enamorar y vincularlos desde que están en las academias, y una vez en ejercicio, como apuntara la máster Arquitecta Mercedes Elesther Savigne, presidenta nacional de la UNAICC, dejarles hacer, que sean ellos quienes diseñen sus propios programas y otorgarles protagonismo.
Otras demandas estuvieron relacionadas con el actuar de los afiliados frente a las vulnerabilidades y los desastres, con óptica preventiva, por sobre todo; también solicitaron la creación de un Instituto de Arquitectura, y que la especialidad le sea respetada su condición de madre de todas las artes, le consideren una de sus manifestaciones, y los integrantes de la UNAICC no queden olvidados cuando de homenajear a los exponentes de tales manifestaciones se trate.
Elesther Savigne también destacó las potencialidades que atesora la capital en cuanto a la reserva de profesionales relacionados con actividades de la construcción y exhortó a aprovechar al máximo el conocimiento de quienes ya pertenecen a la UNAICC, lograr la integración activa de aquellos que todavía permanecen al margen, de manera tal que la provincia avance mucho más rápido y se hagan mejor las cosas.
Por su parte, Amaury Medina Morantes, viceministro de la Construcción, en respuesta a inquietudes que afloraron al calor del intercambio, aclaró que en las condiciones que vive el país, el ejercicio particular de los profesionales dentro de la organización, resultaría contraproducente a los intereses colectivos y el desarrollo, aun cuando el planteamiento es lícito y el debate no está sepultado; y además adelantó que se trabaja en el reglamento de concursos de licitación, y ya está aprobado el registro de Profesionales, y para su implementación se trabaja en la definición del reglamento auxiliar.

Javier Martínez Díaz, miembro del Buró Provincial del Partido Comunista de Cuba en La Habana, ratificó que tanto el Partido como el Gobierno de la ciudad están abiertos a las consideraciones, reclamos y criterios de los profesionales de la UNAICC, y en nombre de uno y otro les reconoció su aporte.
Tanto Martínez Díaz como Medina Morantes y Elesther Savigne, elogiaron la calidad de los debates.
En el encuentro fueron elegidos los delegados que representarán a la provincia en el congreso, los candidatos a miembros del Comité Nacional y la Junta Directiva Nacional, e integrantes de la Junta Directiva de la capital, integrada por siete miembros, con el máster ingeniero Jorge Luis Martin Chirolde, como nuevo presidente.
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¿Se reconoce a la Arquitectura como parte importante de la cultura nacional?
Es conveniente que se tenga en cuenta los planteamientos realizados fundamentalmente sobre el intrusismo profesional pues es conocido de todos que existen funcionarios que por cumplir con una meta violan todos los procedimientos de proyectos
Muy bueno el artículo y me parece que los funcionarios que requieren de la realización de un proyecto,deben de oir los criterios de estos profesionales pues en ocasiones por cumplir con una meta imponen y hacen caso omiso de los criterios de estos profesionales.
Considero que deben eliminar la prohibición que pesa sobre la UNAICC por más de 20 años de no poder hacer proyectos de Obra Nueva, és absurdo que un Arquitecto que no trabaje en una Empresa de Proyectos ó en el Arquitecto de la Comunidad no pueda hacer un proyecto a nadie.