Al conmemorarse hoy el 127 aniversario de la caída en combate de nuestro Héroe Nacional y Patriota Insigne de La Habana Vieja, el Mayor General del Ejército Libertador José Julián Martí Pérez, en el Parque Central, un grupo de jóvenes de diferentes escuelas de los alrededores, así como dirigentes del Partido Comunista de Cuba, la Unión de Jóvenes Comunistas, el Gobierno y otras organizaciones del municipio de La Habana Vieja, inclinaron su frente ante su estatua, la primera dedicada en Cuba a su imagen.
Cuando aquel 19 de mayo de 1895 se libró el combate en Boca de Dos Ríos, el generalísimo Máximo Gómez Báez, ordenó a Martí que se quedara en el campamento para proteger su integridad física; pero El Maestro necesitaba entrar en combate, por lo que se monta en su caballo y se convierte en leyenda de heroísmo y pasión por su patria amada.

Martí y Fidel simbolizan la unidad, porque nadie como ellos ha sabido juntar las ansias de todo un pueblo frente a poderosas fuerzas hegemónicas.
Hoy es el Partido el fruto de ese legado y el bastión inexpugnable contra el cual se continuarán estrellándose todos nuestros enemigos.
Nuestro profundo reconocimiento, cariño y admiración a ese valeroso hombre que escribió para los niños, jóvenes y las personas de bien.

Su poesía, su excelente oratoria y la pasión de su corazón en aras de obtener la libertad de Cuba, formarían valores en las generaciones futuras.
Jamás defraudaremos la memoria del Maestro, ni la confianza que hoy se deposita en nosotros, no le fallaremos.

Cuando dijo nuestro líder histórico Fidel Castro, en el año del centenario de su nacimiento, en 1953, cuando los sucesos por los ataques a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, que Martí era el autor intelectual de esos hechos, le estaba rindieron merecido tributo a nuestro Apóstol, a nuestro Héroe Nacional.


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