Este 19 de mayo, tras atrasos motivados por desperfectos tecnológicos, ya resueltos gracias a la inventiva del equipo de mantenimiento, la Unidad Empresarial de Base (UEB) José María Pérez, más conocida como torrefactora 8 vías, concluyó la producción del café ¡Hola!, correspondiente a la canasta normada de mayo, para La Habana.

Varios municipios de la capital ya han recibido este producto y una vez entregado a la Empresa Mayorista de Productos Alimentarios (EMPA), esta concluirá la distribución hacia la red minorista pendiente.

Al inicio del mes, esa planta, ubicada en el municipio de Guanabacoa, de la Empresa de Torrefacción y Comercialización de Café, CUBACAFÉ, perteneciente al Grupo Empresarial de la Industria Agroalimentaria, presentó una afectación en el transportador hacia el molino, que no se pudo recuperar y hubo que hacer adaptaciones para poder continuar el proceso productivo, explicó Miguel Folgueiras Santana, jefe de planta.

Tenemos una capacidad de alrededor de 15 a 20 veinte toneladas diarias y apenas podíamos completar unas siete toneladas, porque el equipamiento no nos permitía más. Actualmente nos encontramos trabajando con el equipamiento reparado, que cumple con todas las normas y permite producir a la capacidad instalada de nuestra UEB”, señaló.

“En 8 vías tenemos el diésel, el polipropileno, el chícharo y el café va entrando paulatinamente”, abundó.

Yosdany Álvarez Viera, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) José María Pérez, más conocida como torrefactora 8 vías. Foto: Raquel Sierra

De acuerdo con Yosdany Álvarez Viera, director de la torrefactora, la planta tiene la misión de producir 229 toneladas de café mezclado con destino a la canasta básica de La Habana y nueve para la Isla de la Juventud, así como 7,7 toneladas de café puro de la Gastronomía y cinco asignadas al consumo social.

Contar con todos

Con su overol lleno de las huellas que deja el trabajo en la mecánica, José Ramón Díaz Enrique, mecánico, se prepara para reparar uno de los equipos de tecnología alemana, pero no duda en compartir cómo evitaron la paralización de la industria que garantiza el café normado de La Habana y de la Isla de la Juventud, así como las entregas al consumo social y la Gastronomía.

Tuvimos una situación con un transportador y como todos sabemos la situación del país, que no ha permitido disponer de piezas de repuesto para esta tecnología, ya obsoleta, hicimos modificaciones a un sistema que nos trajeron de otra provincia y logramos poner en funcionamiento lo antes posible el mecanismo, explicó.

“Todo es basado en innovaciones, en inventos y así van saliendo los resultados del trabajo, no solo en el transportador, sino también en el área de envasado, con cadena y piñones y hemos innovado, lo que nos da la posibilidad de prolongar su vida útil. También aplicamos innovación cuando, por falta del celofán donde habitualmente se empaqueta el café, hubo que sustituirlo por otro tipo de envase”, destaca.

Según Díaz Enrique, todo es resultado del sentido de pertenencia y la cohesión entre la dirección, los mecánicos y el resto de los trabajadores. “Escuchamos desde al director hasta al estibador, porque cada persona puede hacer siempre un aporte importante”, dijo.

Las reparaciones se realizaron sin parar la planta, aunque sí hubo que reducir y reorganizar el cronograma. Concluidos los arreglos, se estableció un doble turno y otro extra, de tueste, para garantizar la continuidad de la producción del día siguiente, explicó Folgueiras.

“Nos fue complejo, porque tuvimos que ir produciendo y, a la vez, realizando las labores de mantenimiento. La otra variante hubiera sido parar el proceso productivo, hacer la adaptación y, una vez terminada la adaptación, empezar a producir. En este último caso, no habríamos podido concluir en el mes”, detalló.

Foto: Raquel Sierra

Alianzas entre pares

Concluir la producción del café de mayo, incluso con los atrasos, demandó el concurso de torrefactoras de otras provincias. Esa relación es bidireccional. “Cuando alguna provincia necesita apoyo, La Habana colabora, de manera que se pueda concluir la producción a nivel de país”, sostuvo el director de la planta.

Además de la ayuda de otros territorios, el colectivo de 65 trabajadores tuvo que hacer entre 17 y 18 toneladas diarias, para reducir la brecha productiva, que permitirá la entrega completa dentro del mes y acudir en ayuda a las provincias que contribuyeron a completar las 229 toneladas del café mezclado con chícharo que demanda la canasta normada de la capital.

Foto: Raquel Sierra

Desvelo constante

Uno de los temas más recurrentes en la población es la calidad del ¡Hola!. Según Aidaelin Machado Zayas, especialista de calidad de la torrefactora 8 vías, “a pesar de los inconvenientes surgidos por el desgaste del equipamiento, hemos trabajado en función de que salga con la mejor calidad posible”.

Desde que entra la materia prima, dijo, técnicos, y ella como especialista, buscan las imperfecciones en el café: granos negros, partidos o dañados, que influyen en la calidad del producto final, algo que se realiza también con el chícharo.  

Luego, en cada fase del proceso productivo, se evalúan las características que deben permitir un producto final satisfactorio, para lo cual se realizan también las pruebas organolépticas, con un panel que incluye a trabajadores catadores, insertados en la comisión de evaluación, encargada de analizar el color, la granulometría, el olor y, finalmente, la degustación, si está amargo o ácido, lo que depende de la materia prima, reveló.

Para el jefe de la planta, la calidad es importante desde el pesaje hasta las pruebas físico-químicas y las sensoriales, y en la industria se trabaja en la certificación del Sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control, dirigido a prevenir o eliminar amenazas relacionadas con la inocuidad.

Según aseguró la especialista de calidad, el café se mezcla solamente con chícharo, al 50 por ciento. Si se utiliza café arábico, este aporta acidez a la taza y un sabor más suave, diferente del robusta, más fuerte y amargo. El tipo de grano para la mezcla depende de la disponibilidad.

Obstáculos en el camino

Foto: Raquel Sierra

Si bien las dificultades tecnológicas son la razón de los atrasos en el último mes, la industria enfrenta retos que van desde la contracción de las entregas de materia prima nacional por parte de la agricultura, el encarecimiento del grano de importación, hasta la incertidumbre que representan las restricciones de recalar en Cuba para las navieras, entre otras.

No obstante, en estos momentos el país dispone del polipropileno litografiado para el envasado del café normado y otro envío está próximo, en tanto se da seguimiento a las importaciones de café y la entrega de la producción nacional, dado el compromiso existente con la entrega de la canasta normada.

La torrefactora 8 vías presentó la documentación requerida para su inclusión en un proyecto de eficiencia energética rectorado por la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía, que posibilitaría acceder a financiamiento para la adquisición de piezas de repuesto que influyan en el deterioro de los índices de consumo energético.

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