Poco más de una semana ha pasado desde el lamentable accidente ocurrido en el hotel Saratoga. Inigualable ha sido la labor realizada por los rescatistas, los voluntarios de la Cruz Roja, el sistema de Salud y la prensa, quien ha reportado, minuto a minuto, lo que acontece en lo que fue, quizás, uno de los hoteles más antiguos de La Habana.

El autor de la foto que acompaña estas líneas es uno de los tantos y admirables colegas que han hecho suya la verdadera razón del Periodismo: informar. Lo recuerdo aquel fatídico 6 de mayo, con su móvil
en la mano, incrédulo, cuando dijo: “Me acaban de decir que el Saratoga explotó”.

En ese minuto, cuando lo tenía parado frente a mí, esperando aprobación, recordé lo aprendido de quien me dirigió durante años y mi respuesta, a su mirada interrogante, fue: adelante.

Sin tener previa experiencia como fotorreportero en desastres de gran magnitud, mi colega no renunció a su instinto y fue al Saratoga a mostrar verdades congeladas en segundos; su Nikon D3200 desde entonces no ha dejado de revelar en imágenes, dolor, jornadas de trabajo intensas, destrucción, muerte, vida, esperanza…

Una de sus series fotográficas, publicada en su perfil de Facebook, Coraje a prueba de fuego, muestra la valía de quienes, sin descanso, hicieron hasta lo imposible por rescatar hasta la última persona atrapada por los escombros del Saratoga.

Diría entonces, y me atrevo, que coraje a prueba de fuego ha sido también el de cada uno de los periodistas y fotorreporteros que, desde el 6 de mayo, se convirtieron en voz y ojos de televidentes, seguidores, incluso detractores; dando la posibilidad de conocer verídicamente, qué pasó, qué pasa y qué pasará en el Saratoga. A todos, gracias.

Foto: Alejandro Basulto
Foto: Alejandro Basulto
Foto: Alejandro Basulto
Foto: Alejandro Basulto
Foto: Alejandro Basulto

Vea también:

La vigilia que nos unió en la esperanza