Con nuevos retos para incrementar la producción de alimentos, en medio de complejidades financieras, celebra La Habana el aniversario 61 de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).
Con la presencia de Yoel Palmero, del Buró Nacional de la ANAP Nacional; Ramón Aguilar Betancourt, presidente de la Comisión Agroalimentaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular; Jorge Wilsy Carballo Castro, presidente de la organización en La Habana, y autoridades de la capital y el municipio de Cerro; la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Juan Bruno Zayas fue sede del acto provincial por la fecha.
Al intervenir en el encuentro, el presidente de la ANAP en La Habana se refirió a las acciones desarrolladas dentro del proceso orgánico del XIII Congreso de la organización, entre ellas el crecimiento de asociados, fundamentalmente, mujeres y jóvenes; completamiento y remozamiento de infraestructuras de las cooperativas, mejoramiento de obras sociales en las comunidades campesinas, donaciones de sangre y de productos a centros de Salud y en el enfrentamiento a la salud.
Carballo Castro reconoció el espíritu solidario y humanista del campesinado habanero que, tras conocer del accidente en el hotel Saratoga, acudió de forma inmediata a donar sangre y, desde entonces, mantiene el suministro de productos agropecuarios, fundamentalmente frutas frescas para rescatistas vinculados a las acciones de salvamento.
A su vez, en nombre de campesinas y campesinos de la ciudad, transmitieron sus condolencias a familiares y allegados de quienes perdieron la vida en el trágico accidente y el reconocimiento a todas aquellas personas que trabajan sin descanso en la tareas de rescate.
"Los tiempos que vivimos son complejos, provocados por los efectos de la COVID-19, además de la intensificación del cruel, ilegal e injusto bloqueo del gobierno de Estados Unidos contra nuestro país, que desde aquí demandamos su cese inmediato", señaló.
Según destacó, "resulta necesario seguir buscando alternativas que contribuyan a superar las dificultades con mayor efectividad, ahorrar al máximo los recursos disponibles, aprovechar con eficiencia la tierra, fomentar la diversificación, el empleo de la ciencia y la innovación tecnológica, las prácticas agroecológicas, fortalecer la contratación y comercialización de productos agropecuarios, logrando mayores aportes al programa de autoabastecimiento territorial, la sustitución de importaciones y el incremento de las exportaciones".
Carballo Castro dijo: "estamos conscientes de que lo logrado no satisface la demanda ni expresa al máximo las potencialidades existentes, por lo que debemos propiciar el avance y el aporte de todos como una práctica cotidiana en función de alcanzar mejores resultados para el bien colectivo".
En el acto se entregó la Bandera de Honor Niceto Pérez García a las organizaciones de base de la ANAP de la CCS Niceto Pérez, del municipio de Guanabacoa, Juan Bruno Zayas, del Cerro, seleccionada como sede por sus avances productivos y organizativos.
La distinción Antero Regalado fue otorgada a Amarillos Iriarte Báez, presidenta de la ANAP en Boyeros, y Elda María Domínguez Quiroz, de la CCS Manolito Domínguez, de San Miguel del Padrón. En tanto, el sello especial José Ramírez Cruz se concedió a Luis Toledano Castro, de la CCS Marcelo Salado, de La Habana del Este, y Raúl Alfonso Guerra, de la organización de base de la CCS 27 de diciembre, del Cotorro.
Magyoris Soto Rodríguez, integrante del Buró Provincial de la ANAP a cargo de la esfera de organización y administración, indicó que existen hoy en el escenario productivo capitalino 87 CCS - tras la fusión de dos cooperativas en La Habana del Este-, que vinculan a más de 9 900 asociados, de ellos 1 402 son mujeres y jóvenes.



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