En la sede del Palacio Central de Computación de La Habana, ubicado en el municipio de Centro Habana, a un costado del Parque de la fraternidad, las personas que esperan por sus familiares desaparecidos en el accidente del hotel Saratoga, reciben el acompañamiento de especialistas de salud mental, quienes se movilizaron desde los primeros minutos del desastre para ofrecer este importante apoyo.
La doctora Tania Adriana Peón Valdés, especialista en Psiquiatría infantil y jefa de la sección de Salud mental de la dirección provincial de Salud, expone su testimonio a Tribuna de La Habana.

“Cuando sucedió el desastre, me encontraba a tres cuadras del Hospital Calixto García, a donde me dirigía cuando salía del Hospital Pediátrico Borrás-Marfán. De inmediato hice una serie de llamadas telefónicas a los asesores en materia de desastres, a los de la dirección provincial de Salud y los equipos de Salud mental de La Habana Vieja y Centro Habana. La disposición unánime fue: “Profe, vamos para allá”.
“Desde ese momento ya se encontraban en el lugar los rescatistas voluntarios de la Cruz Roja, quienes asistieron a 19 familias debido al impacto psicológico del primer momento. Esta labor contribuyó a consolidar nuestra visión integral que proyectamos desde el primer momento: no dejar sin acompañamiento en algún escenario donde hubiera alguien necesitado de ayuda.
“Montamos un puesto de mando en el Hospital Calixto García para acompañar y atender a las familias que venían en busca de información. Debíamos responder a tres dudas fundamentales: Si el familiar estaba ingresado allí, en qué condiciones de salud se encontraba y si había fallecido. Por supuesto, en los primeros momentos resultó complejo porque lo más importante era salvar la vida de las víctimas del desastre.
Conformamos el grupo de trabajo con el equipo de psicólogos del Calixto García y con el doctor en Ciencias Alexis Lorenzo, especialista en manejo de psicología de desastre. O sea, tuvimos el apoyo de las personas con mayor experiencia y autoridad en esta especialidad.
“En función de estas familias organizamos la estrategia para acompañamiento en los partes oficiales en la misma zona del siniestro y el apoyo para la contención emocional. Desde los saberes de salud mental ofrecimos las opiniones de cómo organizar el proceso de esos partes para comunicar sobre los fallecidos. Fue una labor conjunta con los compañeros del Instituto Nacional de Medicina Legal, del Ministerio del Interior. O sea, trabajamos unidos para que se realizara con toda dignidad, pudor, respeto al duelo de la familia que estábamos acompañando.
"En todas las instituciones de salud, tanto nacional como provincial donde hoy se atienden a lesionados por el accidente del Saratoga, se incluyen las familias. Son factores a tener en cuenta porque no solo se hace desde acá, sino también de las víctimas de otras provincias. Considero importante reconocer esta labor continua y sobre todo con una entrega total. Se han convocado y movilizado los especialistas de una manera espontánea. Tenemos familias que fueron evacuadas de los edificios laterales al Saratoga y se encuentran en el Hotel Brisas de Cojímar. O sea, en un escenario diferente, son también acompañadas por equipos de Salud mental de La Habana del Este”.
La solidaridad
La doctora Carmen Borrego Calzadilla, psiquiatra y jefa de la sección de Salud mental del Ministerio de Salud Pública, explica que “muchos colegas quisieron estar en el lugar del desastre. Sin embargo, consideramos que no todos pueden estar aquí por las condiciones sanitarias y los protocolos que debemos establecer. Ha estado presente el apoyo de la Sociedad Cubana de Psicología de la Salud y la Comisión de Psicólogos de la Universidad de La Habana, que debemos destacar su actitud y entrega. De igual forma, recibimos apoyo de colegas a través de las redes sociales, los grupos de whatsapp. Es decir, todas las instituciones de Salud mental, están en función de apoyar el país, porque el dolor de los habaneros es el dolor de Cuba.

“Ese es el sentimiento que se ha puesto de manifiesto y es muy importante porque ha demostrado la gran unidad del pueblo cubano ante momentos difíciles como este. A pesar del Día de las madres, el pasado domingo, sabemos que, en las familias cubanas prevaleció el sentimiento de luto y solidaridad humana y eso debemos reconocerlo.
“Tenemos toda una historia de preparación de Salud mental en desastre. Los huracanes nos han puesto un tono alto en la preparación de los recursos humanos. De hecho, en 2018 se diseñó un instrumento que incluye los lineamientos de la salud mental en situaciones de desastre. Esto ha llevado una preparación de nuestros equipos en provincia, incluyendo la realización de talleres con la participación internacional y el apoyo de las organizaciones mundial de la salud y panamericana de la salud (OMS y OPS).
“Actualmente nuestros equipos forman parte de estas brigadas que laboran en este desastre. Todo lo que se hace aquí (en el caso del Saratoga) no es espontáneo, sino forma parte de una metodología de trabajo para nosotros poder intervenir. Y, lamentablemente, además de las contingencias ambientales, con la experiencia del accidente aéreo ocurrido en Boyeros, que nos llevó a perfeccionar el protocolo de atención. Es muy importante el tema de cómo enfrentar la noticia, y cómo el equipo multidisciplinario debe conducir a las familias de las víctimas en ese momento tan doloroso.
“No solo a la familia. Todos los que estamos involucrados en este proceso tenemos necesidad de expresar nuestros sentimientos. Hay que también proveer de esa ayuda técnica a prestadores de ayuda, o sea, a los trabajadores de los diferentes organismos y sectores que estamos implicados en esta intervención”.
En este sentido la doctora Tania enfatiza sobre la tarea de acompañamiento a los familiares de personas que aún no han sido encontradas. “Trazamos una estrategia que nos permite hacer esa labor desde el primer momento. Intentamos cambiar algunos de nuestros psicólogos para alternar durante el transcurso de los días, para que puedan descansar; sin embargo, tomamos la decisión de mantener un equipo de Salud mental permanente, porque una vez que la familia establece una relación con el equipo terapéutico es difícil aceptar que varíe la atención recibida con la atención de diferentes especialistas, debido a que el paso de los días genera un agotamiento emocional y al identificarnos, mutuamente se genera una relación de confianza que nos permite avanzar en el acompañamiento, al lograr una unidad con esas personas, compartir su dolor e identificarnos.
“Tomamos la decisión de mantener el equipo terapéutico integrado por psicólogos y psiquiatras de atención infantil y Salud Mental de La Habana, estable, de manera que nos identifican, reconocen nuestra labor, han visto el tratamiento y acompañamiento recibido a las familias a las cuales ya les fue comunicado que encontraron a sus familiares perdidos en este desastre. De esa manera nos mantenemos hasta el final. No nos vamos de aquí, y lo ratificamos, hasta entregar a la última de las personas que fueron víctimas del accidente en el Saratoga.
“Vamos a acompañar a las familias en estas condiciones. Agradecemos, además, el modo en que se ha organizado la actividad de búsqueda a quienes permanecen bajo los escombros, con un sistema de partes que ofrecen los jefes de los comandos de rescate y el de bomberos; de manera que la información técnica ofrecida en esas informaciones ayuda a que la familia vaya incorporando y ajustando sus expectativas al reconocer cuánto empeño ha dispuesto todo este equipo multidisciplinario para encontrar a sus familiares y el momento que estamos viviendo.
“Frente al hotel está la escuela primaria Concepción Arenal donde estudian 393 niños que vivieron el impacto físico y psicológico de un evento que en Cuba no es común, para nada. También de conjunto con el Ministerio de Educación hemos trazado una estrategia de intervención con los niños de esa institución escolar que han sido reubicados en cuatro escuelas, en las cuales hemos dispuesto equipos de psicólogos y psiquiatría infantil.
“Participan, además, de conjunto con la Sociedad Cubana de Psicología de la Salud, que integran los especialistas que laboran en los departamentos municipales de Salud mental y en los hospitales de La Habana, apoyados por los psicólogos graduados de la Universidad de La Habana (UH) y su claustro de profesores, además de estudiantes de Psicología. Hemos dispuesto en cada grupo, de las instituciones escolares donde fueron reubicados esos niños, un psicólogo de la Salud, uno graduado de la UH y un estudiante de esa especialidad.
“Desde ayer entramos todas las aulas, trabajamos con los niños, sus maestros y trabajadores de esa escuela que fueron también, obviamente, impactados por el evento. Tenemos la responsabilidad de ajustar emocionalmente a los niños y permitir la expresión de las emociones y el manejo de lo vivido para manejar el trauma que en aquel momento vivieron. Somos responsables de la salud mental de esos maestros que protegieron y salvaron a sus estudiantes. Hay fotos que hablan… (Se contiene visiblemente emocionada) eso me conmueve. Niños que dicen: “Mi maestro me salvó”, porque hubo grupos que salieron todos juntos y las maestras los abrazaban a todos para que no se les perdieran. Sacarlos en aquellas condiciones resultó muy complejo. Entonces los niños agradecen que los maestros los hubieran protegido.
“Por otra parte, organizamos actividades de salud mental con la familia porque es importante saber cómo seguir manejando la vida normal y procesar este evento traumático vivido por sus niños. Aunque hemos realizado intervenciones grupales, con todos los niños, estamos identificando qué niño en particular sufrió más daño, que los tenemos, cuáles tienen un estrés postraumático, o más impactados por el evento para realizar un trabajo individual tanto en niños como maestros que hemos identificado también con estos efectos traumáticos”.
El psicólogo Julio Rafael Martínez, expone estremecido su testimonio, aun cuando participa en la atención a los familiares de las víctimas que esperan ser encontradas bajo el Saratoga. “Cuando sucedió el hecho me encontraba en un aula a una cuadra y media del hotel. Daba clases a los residentes de Tecnología de la Salud. Sentimos el sonido de la explosión. Eso generó una especie de shock. No estamos acostumbrados a este tipo de ruido. Salimos a buscar el lugar donde ocurrió el hecho. Comprendimos que fue el Saratoga y acudimos a ayudar. Fue el pueblo habanero quien contribuyó a disminuir las víctimas del primer impacto, quitando cada piedra, pedazo de madera, lo que fuera. Pobladores de los municipios de Centro Habana y La Habana Vieja, se volcaron en un gesto solidario impresionante”.

La doctora Borrego Calzadilla subrayó que “debemos reconocer el trabajo realizado por el equipo de psicólogos y psiquiatras que laboran en el Instituto Nacional de Medicina Legal. Se han volcado en la asistencia de las familias que salen de aquí, después del acompañamiento y la información oficial, para ese acto tan doloroso de reconocimiento del cadáver. Reciben el apoyo de este pequeño equipo de salud mental que se ha mantenido durante todo este tiempo. Le hemos propuesto incorporar otros recursos de especialistas y ratificaron continuar su labor hasta el último de los ciudadanos que deban reconocer como víctimas del desastre del Saratoga.
"Todos nuestros equipos de Salud mental trabajan arduamente y lo han cumplido con el corazón. En la psiquis de los trabajadores del Saratoga se concentra el mayor impacto del desastre. Es un gran reto. Es donde se acumula el mayor dolor de las pérdidas y el evento por el cual están pasando tanto ellos como sus familias, es verdaderamente importante. Nos toca poder acompañar a ese gran equipo, a esa gran familia del hotel Saratoga en ese dolor, y recuperar su proyecto de vida. Son elementos en los cuales estamos trabajando, organizadamente, con los equipos de Salud mental, para un segundo momento de nuestra intervención especializada”.
Ver además:
Analiza Grupo Temporal de Trabajo de La Habana atención a familiares de fallecidos en el Saratoga