Tras dos años de pandemia, donde el pueblo no pudo festejar por lo grande el Día Internacional de los Trabajadores, este Primero de Mayo, el amanecer llegó, como otras muchas veces, en plena noche, y como en otras tantas oportunidades, lo hizo vestido de Patria. Los habitantes del municipio de Cotorro se despertaron, mucho antes que el sol, para llegar temprano a la Plaza de la Revolución José Martí y allí decirle al mundo que, pese a las dificultades, los cubanos siguen firmes al lado de la Revolución.
En medio de la cama, acurrucado entre las sábanas, quedó el sueño; a su lado, el cansancio de las jornadas previas al festejo de los obreros. Por las calles habanera, como las del resto del país, bajo el amparo de las luces del alumbrado público, hombres y mujeres de todas las edades, trabajadores, estudiantes, amas de casa, científicos, deportistas, en fin, gente de pueblo, caminan en busca de los ómnibus que les transportarían hacia ese desfile mayor que, como es tradiconal, tendrá lugar en la Plaza de la Revolución.
Maydelis Pupo Torres, directora provincial de los Joven Club en La Habana, es de esos miles de cubanos que, llegados desde todos los municipios de la ciudad, estarán presentes este Primero de mayo en la Plaza de la Revolución. En breve conversación sostenida recientemente sobre los motivos que le llevarán a ella, y a sus trabajadores a acudir a la Plaza nos comentó: “Este Primero de Mayo es una fecha de rafirmación de nuestro compromiso con la Revolución Cubana, nuestro compromiso con los líderes históricos”.
“Este Primero de Mayo estaremos agradeciendo al sector de la Salud, a los médicos y al resto del personal que ha puesto lo mejor de sí para que hoy Cuba esté más vacunada. Los trabajadores de Joven Club vamos a seguir apoyando el proceso de informatización de la sociedad, y a esa transformación digital por la que tanto a abogado el país”.
Al momento de redactar estas líneas, el amanecer, ese que marca el sol, aun no llega, sin embargo, ese que marcan los seres humanos con su diario accionar, hace mucho que llegó, y lo hizo, como es costumbre entre los cubanos, vestido de Patria.
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Adelante mí pueblo para seguir demostrando que en la unidad está la fuerza
Que reconfortante ver el desfile. Demostró que a pesar de las carencias, de las dificultades en la vida cotidiana, muchas de ellas originadas por el inmoral bloqueo, a pesar de la desvergonzada guerra medíatica con sus lacayos Otahola, Yotuel y su pandilla, CUBA VIVE y por más que quieran nunca podrán, por que no son genuinos, por que no son dignos, por que no son decentes y mucho menos patriotas