No pocas personas de La Habana encontraron este fin de semana un lugar diferente para escapar de la ciudad y acudir a una invitación hecha por el proyecto agroecológico Finca Marta, a propósito del Día Internacional de la Mujer.
Finca Marta está ubicada en Caimito, Artemisa, en el kilómetro 19 y medio de la autopista a Pinar del Río, unos 30 minutos al oeste de La Habana. El proyecto agroecológico familiar “combina la práctica con el conocimiento científico para contribuir a la transformación del sistema agroalimentario cubano desde una experiencia local”, indica su página en Internet.

Se inició en diciembre de 2011 en un espacio de ocho hectáreas, dedicado a la memoria de Marta Monzote Fernández (1947-2007), madre de Fernando Funes Monzote, iniciador de este experimento de cambio de vida de la ciudad al medio rural, donde comenzó a aplicar lo aprendido.
Para Aurelia Castellanos, presidenta de la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA), la invitación a un domingo en el campo “es muy buena la iniciativa, por varias razones: primero, demuestra que esta producción es posible, se puede aprovechar una finca, diversificarla, obtener productos orgánicos y darle empleo bien remunerado a mujeres, que se sienten empoderadas”.

A su juicio, niñas y niños vieron y tocaron la naturaleza, con diferentes tipos de animales, incluidas las abejas, tan poco conocidas para la niñez, intercambian, realizan diferentes juegos, ven otro tipo de relacionamiento, entre personas sanas. Por su parte, los adultos conversaron, vieron a personas que hacía tiempo no se encontraban, podían tirarse sobre la hierba, “algo que te saca de la vida tan complicada, por lo que creo que es una iniciativa de alto valor en estos momentos que estamos viviendo”.
Jornada diferente
La iniciativa comenzó a partir de las ocho de la mañana, con una práctica de yoga. Luego, fueron llegando las personas y algunas hicieron recorridos individuales, en tanto otras esperaron el guiado.
Al encuentro asistieron las máximas autoridades del territorio, así como Teresa Amarelle Bouet, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

En un punto de venta se comercializaron productos de Finca Marta, alrededor de una quincena de diferentes hortalizas y miel. En otros, agricultores de la comunidad brindaron los suyos, desde infusiones hasta vinos, tamales, caldosa y panes con lechón.
Junto a las ofertas de la finca, emprendimientos de La Habana vendieron sus surtidos. Santuario Gourmet, llevó recetas de la cocina francesa, salsas, cremas, mientras Deshidratados Habana, con alimentos libres de químicos y azúcares dañinos.

Tilán propuso sus aceites y esencias de plantas cubanas para el cuidado de la piel y el cabello. Armonía: cremas, lociones, aceites y jabones, mientras Daya Productos Naturales comercializó sus aceites, jabones y bálsamos artesanales.
El emprendimiento Lo de Mari ofreció artesanías y dulces con recetas caseras, galletas, barras de cereales; La Enriqueta, comida orgánica pre-elaborada, croquetas, empanadas, galletas y mermeladas y CicloEcopapel: artículos utilitarios de papel reciclado.
Oasis Nelva llevó sus crepes veganos, jugos y productos ornamentales naturales, así como otros creados por las mujeres de iniciativas como PrismaVerde, Maxi Bebé, Dos Reynas, Umami, Alma Infusiones, Maripitas, Lobos Poltery y Cemarte.
Durante el día, decenas de internautas han compartido vivencias e imágenes de una jornada que los acercó a la naturaleza, a alimentos sanos, a una manera de producir con ciencia y pensando en la protección del entorno.
Buena parte de los criterios agradece la iniciativa, solicita que haya nuevas ediciones, describe el ambiente, los productos, la amabilidad del equipo de Funes. Desde ya, quienes fueron y otros que no tuvieron la oportunidad, ansían se repita un domingo como el pasado.

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Me gustaría saber cuándo hay otra actividad como esta, que lo publiquen con tiempo para poder ir, gracias, saludos, Irma