Hace unos años, el cantante dominicano Juan Luis Guerra y la orquesta 440 clamaban por que lloviera café en el campo. Cuba incentiva la siembra de café en el llano, un programa en el que también participa la agricultura de La Habana.

Un encuentro con productores de diferentes municipios y escenarios productivos, coincidente con el aniversario 127 del grito de Baire, que marcó el reinicio de las guerras de independencia, sirvió de espacio para convocar a quienes deseen sumarse a este movimiento y trazar pautas para organizar las acciones, incluida las visitas finca por finca, para identificar desde la disposición de hacerlo y las condiciones del terreno hasta las necesidades de capacitación y posturas. 

Foto: Raquel Sierra

Con la presencia de las máximas autoridades habaneras, el primer secretario del Partido en la capital, Luis Antonio Torres Iríbar; el gobernador, Reinaldo García Zapata; Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP); Justo Luis Fuentes, presidente del Grupo Agroforestal (GAF) y el director de Café, Cacao y Coco, Elexis Legrá, se intercambió acerca de buenas prácticas, el uso de la lombricultura en el cultivo y las potencialidades de La Habana para aportar también a la producción cafetalera del país, que busca reducir la dependencia de las importaciones para satisfacer el consumo nacional, como demanda la población. 

Foto: Raquel Sierra

Según explicó Armando Pérez Tenrero, director de la Empresa Agroforestal Habana, la estrategia del país de impulsar la producción del grano en el llano, está en correspondencia con la actualización del modelo económico y social de desarrollo socialista, los lineamientos de la política económica y social, así como el Plan Nacional de Desarrollo hasta el 2030 y está vinculada a la búsqueda de alternativas de producción, con la aplicación de la ciencia y la técnica, en aras de atenuar los efectos del bloqueo, la crisis mundial y alcanza la seguridad y soberanía alimentarias.

En ese empeño, hasta ahora están involucradas en el fomento del café en la provincia cuatro empresas agrícolas, nueve Unidades Empresariales de Base (UEB) y 18 Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS), con 126 personas y 87.73 hectáreas dedicadas al café. Se estima que el total podría alcanzar las 150 hectáreas.

El café en la ciudad, especificó Pérez Tenrero, está sembrado en pequeñas áreas y se trabaja para incorporar otras en zonas periféricas, con bosques establecidos. Durante el pasado año, la Empresa Agroforestal Habana acopió 1,36 toneladas de café seco, con destino a la empresa Luis Boucurt, a la vez que se sembraron 21 hectáreas, de 20 previstas, que se duplicarán en el actual calendario.

Con el fin de asegurar la sostenibilidad del programa, la Agroforestal Habana estableció un vivero provincial, donde se sembró café robusto, injertado con vietnamita y se obtuvieron 52 000 posturas.

Según se anunció, se realizará un levantamiento para nuevos espacios y se determinarán las proyecciones, que conllevarían a un estudio de factibilidad dirigido a establecer las inversiones necesarias, a la vez que se impulsará la construcción de una despulpadora.

Los productores tienen la palabra

Yrain González Matos y Elaida Cobas González, viven y trabajan desde 1995 en la finca Los Cinco Héroes, ubicada en el callejón San Pedro, Reparto Retiro, Calvario, Arroyo Naranjo.

Comenzaron hace un tiempo con la siembra de café y ya acumulan cuatro hectáreas, que incluyen 4 500 plantas de robusta y 1,5 hectáreas de clones vietnamitas, sembrada este año. Con el concurso de su hijo, igualmente fomentan la siembra de plátano y árboles frutales y maderables.

René Borges Betancourt, también de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Amistad Cuba-Venezuela, de Arroyo Naranjo, tiene una finca chiquita sembrada al tope. Dedicado a las lombricultura desde hace 12 años, sostiene que todo su café usa exclusivamente abono producido por él.

Como los barcos están cada vez más lejos, recomienda a toda persona que siembra café a desarrollar la lombricultura, por los resultados y la independencia que brinda.

En una antigua cantera, en Arroyo Naranjo, Omelio Mora Rodríguez, ha logrado sembrar casi seis hectáreas de café y ya ha cosechado granos en el primer espacio que le dedicó al cultivo. Su consejo es trabajar en el mejoramiento del suelo, algo que en lo personal piensa poner en práctica hasta completar una caballería de café (13,4 hectáreas).

Esperanza González Arcia, de la finca 878 de Santa Amalia, de la Granja Cotorro, confiesa que, para transformar esa finca, abandonada por unos 15 años y recibida hace algo más de dos, han debido invertir tiempo y recursos en aprender acerca del manejo agrotécnico del café para tener exitos y altos niveles de cosecha.

Mientras, Ignacio Castillo (Nacho), finquero de la Empresa Agroforestal Habana, comenzó hace 14 años con una hectárea, ya va por cinco y no piensa detenerse y, si todo marcha bien, llegar hasta una caballería. Además de usar materia orgánica, este campesino que comenzó a sembrar un bosque hace 21 años, aconseja cortar la raíz principal a la postura, "si no, no cogemos café".

Un programa por cultivar

De acuerdo con Elexis Legrá, este proceso que se desarrolla en todo el país y las empresas agroforestales, profundiza en acciones para rescatar la producción cafetalera. Se trata de hacer un "levantamiento para revisar productor a productor, caracterizarlos, ver cuántas plantas le faltan al cafetal y completarlas".

El director de café, cacao y coco indicó:  "Hoy no somos capaces de suplir la demanda de café del país, de 24 000 toneladas, estamos en 10 000 toneladas, por tanto, hay que hacer un esfuerzo buscando rendimientos",

"La Habana puede aportar mucho en el café. En este proceso, previsto entre febrero y marzo, queremos que también se haga el levantamiento en La Habana a productores, finqueros de la forestal y trabajadores. Hay que tocar las puertas a todos los productores de la capital que quieren sembrar café", dijo.

Según consideró, "tenemos posibilidades y potencialidades de producir abonos orgánicos en cada finca. Además de que es bueno para la salud y competitivo en el mercado internacional porque es ecológico, le ahorra un nivel importante de dinero al país y eso tenemos que lograrlo aquí".

Justo Luis Fuentes, presidente del GAF destacó el papel que tienen que jugar en cada lugar la ciencia y la innovación, los técnicos y extensionistas en la certificación de las y los productores, velar por la tecnología del café para entregarle al país un trabajo serio y respetuoso con el sellaje de las plantaciones. 

Foto: Raquel Sierra

El directivo señaló que los encuentros con productores han puesto en evidencia falta de conocimiento sobre el programa. "No les estamos llegando a los productores para incentivar el programa de café en el llano, es una tarea que nos compromete a todos para llegar a ellos con la información y eso se podrá hacer con el trabajo de todas partes que intervienen para lograr que siga creciendo el movimiento".

Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la ANAP, enfatizó en la necesidad de que se produzca más y que más personas se sumen de manera concreta a este objetivo, con voluntad e integralidad.  "Aquí todo el mundo es importante, los que tienen más tierra, los de la tierra con más calidad, los que tienen menos tierra", dijo.

El programa de café en el llano, puntualizó, tiene correspondencia con el de autoabastecimiento territorial, uno de los principios que deben seguirse fomentando.

En las palabras finales del encuentro, Torres Iríbar estimó que con solo completar el 30-40 por ciento de las plantas que faltan en los cafetales el país estaría produciendo unas 13 000 toneladas.

El primer secretario del Partido en la capital, recordando la actitud colaborativa y solidaria de René Borges Betancourt, de compartir sus conocimientos y posturas con otros, dijo que así debía crecer el café en La Habana, "producto de la solidaridad entre todos, un café de tiempos difíciles", cuando el país lo  necesita, hay tierras, hay productores con deseos de hacerlo y entre todos juntos, de manera solidaria se podrá  decir un día  que La Habana no resuelve el autoconsumo, sino que, con lo que pudo, está aportando también a producir café en el llano.

Torres Iríbar se refirió a la situación económica nacional y a la búsqueda en centros de investigación e industrias, de alternativas que respondan a las medidas aprobadas para impulsar la economía, tanto en la empresa estatal socialista como en el sector agropecuario.

El primer secretario se refirió al recrudecimiento del bloqueo, los intentos por asfixiar a la nación para que se desista de defender el proyecto socialista, la soberbia subversión política e ideológica; la actitud de la actual presidencia estadunidense hacia Cuba; la epidemia de COVID-19, que ralentizó  programas constructivos sociales, al tener que acelerar la reparación de hospitales, policlínicos y centros de aislamiento, entre otros, para frenar la epidemia, en medio de un agudo desabastecimiento que se mantiene hasta hoy. 

Foto: Raquel Sierra

Según destacó Torres Iríbar, el bloqueo no lo van a quitar, por lo que la nación tiene que saltarlo, produciendo. "Si nosotros producimos, si estremecemos la empresa estatal socialista, si la agricultura sigue haciendo lo que debe hacer con las 63 medidas y otros sé que van apareciendo, si nos encadenamos, si entre la empresa estatal, las Mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas), las cooperativas, los trabajadores por cuenta propia, los campesinos, todos nos encadenamos en función de resolver los problemas del país, llegará el momento en que saltaremos".

Hoy, 24 de febrero, hay que seguir gritando porque nada ni nadie nos socave esa conquista tan hermosa que hemos tenido, la unidad, dijo y convocó a sembrar todo el potencial posible de café.

El dirigente partidista se refirió asimismo el proceso de consulta del Código de las Familias, una de las leyes más avanzadas, nobles, justas e inclusivas, que no deja a nadie fuera, que los enemigos de la Revolución han querido convertir en un problema político. Al respecto, recomendó no dejarse engañar y leer el documento, que reconoce los derechos de todas las personas.

En el encuentro fueron reconocidos caficultores destacados, entre ellos, Luis Toledano Castro (La Habana del Este), Máximo Cruz Fleita (Guanabacoa), Hortensia Martínez del Valle (La Lisa), Bernardo Sánchez Martínez (Boyeros) y Ignacio Castillo Castillo, Elaida Coba González, Lázaro Fis Fis y Omelio Mora Rodríguez (Arroyo Naranjo), así como las CCS Desembarco del Granma (Boyeros) y Amistad Cuba-Venezuela (Arroyo).

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