Entre las nuevas experiencias que desarrolla el Acuario Nacional de Cuba en la búsqueda de dinamizar sus servicios, se encuentra la inserción de Proyectos de Desarrollo Local (PDL), que se suma a la presencia de trabajadores por cuenta propia.
De acuerdo con María de los Ángeles Serrano Jerez, directora del acuario, “estas nuevas variantes que se están introduciendo, no limitan para nada la gastronomía propia del acuario, estamos tratando y es el objetivo que todas estas ofertas, tradicionales y nuevas, sean una opción para todo el visitante que llega a la institución, en cuanto a relación precio-calidad, de manera que las personas puedan pasarse el día en el acuario, con la familia y entre amigos”.
Entre las experiencias en curso está el rescate del bar-cafetería El Arrecife, que asume el PDL La moneda cubana, dirigido fundamentalmente a jóvenes desvinculados del estudio y el trabajo y donde se imparten talleres relacionados con el mundo de la cocina, la gastronomía y la cantina.
Según destaca el perfil del proyecto en la red social Facebook, el concepto del diseño de interiores consta de tres espacios fundamentales: un gran mural de cerámica, que representa un arrecife coralino con sus colores llamativos; y la zona de mesas que visualiza el fondo marino, con las siluetas de la arena en el pavimento, mientras que encima se podrán observar los botes de pescadores reunidos luego de cada faena.
El tercer espacio será La isla y su orilla, donde estará encallado la mítica carabela Santa María, una de las tres con las que el gran almirante Cristóbal Colón realizó sus primeros viajes a América. En esta área, se prevé trabajar con el Jardín Botánico Nacional en el fomento de vegetación costera que caracteriza como archipiélago a la isla de Cuba y las adyacentes.
De acuerdo con Ángel Aguilera, fundador del proyecto La moneda cubana, estas acciones de rescaten se realizarán a partir de recursos propios y se trabaja para que está listo en abril, en ocasión de celebrarse un nuevo aniversario de la iniciativa formativa.

El arrecife, tradicionalmente especializado en comida italiana, tendrá estos platos como su oferta fundamental. Acerca de los precios y la calidad, Aguilera explicó: “tenemos otros puntos dirigidos a generar utilidades, pero cuando nos movemos a este tipo de lugares para los niños y las familias, un principio es el tema precios” y agregó que: “los niños son los clientes más sinceros, si no le gusta, no se lo comen, por lo que hay que elevar la calidad al extremo, al igual que la higiene”.
A su juicio, el acuario se revitalizará más con la inserción de los PDL “que vienen a inyectarle ese espíritu y energía de los proyectos de La Habana, lo que elevaría considerablemente la variedad y calidad de los servicios dentro de la institución”.
Estamos no solo para incorporarnos en un espacio gastronómico, sino también para aportar la responsabilidad social de los proyectos y micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES). “Somos unos 15, nos hemos reunido y pensado en destinar parte de las utilidades que puedan generar nuestra gastronomía a apoyar en la pintura de fachada, el área y en un proyecto con el Jardín Botánico con la siembra de uvas caletas, todo ello dirigido a darle al acuario otra vida, no solo al lugar que nos ha dado, sino también en otros espacios públicos”.
Entre otras, acciones del proyecto, prevén inaugurar en octubre, en saludo al Día de la Cocina Cubana, su restaurante de cocina criolla cubana, que estará ubicado en San Ignacio no.19, en el Centro Histórico, “para que los jóvenes del proyecto puedan desarrollar sus prácticas, a la vez y este lugar contribuya a la generación de empleo”.


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Muy bien pensado, espectacular. Tendrán posibilidad de aplicar lo aprendido en La Moneda Cubana. Conocimiento que pondrán al servicio de los públicos, de las familias y con humildad escuchar críticas, sugerencias, para cada día ganar, ganar en calidad, con una esmerada atención.
Optimista espero que estas alianzas con proyectos de desarrollo local de otros municipios contribuyan a brindar una mejor y variada oferta con calidad y que además sean asequibles al bolsillo del público que generalmente y por tradición de generaciones visita esta institución representativa de la capital y no se degeneren en su concepto y se conviertan en una extensión de los negocios privados que hoy se observan en varias partes de la capital como en la aledaña playa de 70 y 1ra un área que durante décadas fue de las pocas que tenía acceso la población obrera humilde de esta región de la capital y que lamentablemente hoy con los locales gastronómicos que la cercan caracterizados por los elevado precios de sus ofertas, generan un contraste junto con los hoteles de lujo que se levantan detrás muy difícil de entender en su planificación física. Aprovecho también para proponer a nuestro gobierno capitalino que divulgue a través de este mismo órgano de prensa los proyectos de desarrollo local que están concibiendo para ganar en conocimiento sobre el alcance de estos.
Es una idea EXTRAORDINARIA. La apoyo.