Donantes de sangre y Unidades Empresariales de Base (UEB) del Complejo Lácteo de La Habana, fueron reconocidos por su aporte voluntario a la salud, como parte de la Jornada por el Día del Trabajador de la Industria Alimentaria y la Pesca.

En 2021, en condiciones de pandemia, con alta demanda de donaciones, José Luis Guerra Balúa, Belarmino González Zulueta, Miguel Rolando Rivero Curbelo, Miguel Cordobés González, José Reymond Arias, Fernando Rojas Linares y Maribel Osorio Rodríguez, en un gesto altruista y altamente humano, realizaron cinco o más donaciones, por lo que fueron reconocidos por el sindicato del sector.

Reconocen en el Complejo Lácteo a personas y Unidades Empresariales de Base destacadas en las donaciones voluntarias de sangre. Foto: Raquel Sierra

Las Unidades Empresariales de Base más destacadas en esa misión fueron Mezcla física, Helados Matilda y Quesos Matilda, que los hizo merecedores del reconocimiento sindical, la administración y de sus colegas.

En encuentro, en el Complejo Lácteo de La Habana, ubicado en el Cotorro, Elizabet Mulet Font, del Secretariado nacional de sindicato del ramo, destacó el compromiso de los colectivos laborales, aún en el contexto de la pandemia y de serias restricciones en la disponibilidad de materias primas para cumplir con sus objetos sociales. Al respecto, indicó que, en no pocas ocasiones, acudieron a la convocatoria a trabajar a la llegada de la materia prima, sin horario de salida, en el empeño de reducir las afectaciones a la población, en temas como el yogur de soya.

Mulet Font dio lectura a un mensaje conjunto del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Industria Alimentaria y la Pesca y el Ministerio de la Industria Alimentaria, que expresa el compromiso de continuar aportando, con innovación y en medio de un proceso de disponibilidad laboral y carencias de recursos.

20 años sí son algo

Pedro Fernández Villa lleva más de 20 años trabajando en la UEB Torrefactora Regil, de la Empresa Cubacafé. "Sentirme bien en el colectivo es lo que me ha hecho mantenerme por todo este tiempo", declaró.

Pedro Fernández lleva 20 años trabajando en la UEB Torrefactora Regil. Foto: Raquel Sierra

Esa industria es la encargada del proceso de torrefacción, tostado y envasado en polvo y grano de marcas como Serrano, Turquino y Guantanamera, con destino a las cadenas de tiendas, el Turismo y organismos. Pedro le concede gran importancia a la labor que allí realizan: "es un trabajo útil, cada vez que estás trabajando, sabes que estás contribuyendo a algo que necesita el país", apuntó.

Con intermitencias motivadas por la inestabilidad de las materias primas, la planta, ubicada en Guanabacoa, se mantuvo funcionando durante la pandemia e, incluso, asumió la producción del café Hola -que se entrega como parte de la canasta básica-, para evitar que la rotura en la planta torrefactora, donde se procesa habitualmente ese café mezclado, provocara mayores atrasos en la distribución a la población.

A propósito del Día de los Trabajadores de la Industria Alimentaria y la Pesca, la directora de la UEB, Marta Caridad Bravo Reyes, destacó el accionar del colectivo durante 2021 y lo exhortó a enfrascarse en los retos que presenta este 2022 para el cumplimiento del plan de producción.

El veterano no se rinde

Si alguien conoce bien la historia de la fábrica de compotas Osito, ese es Carlos Miguel Rodríguez Mesa, quien ha trabajado en esa planta 54 años. "Estoy aquí desde el primero de diciembre de 1967", recuerda.

Carlos Miguel Rodríguez Mesa, el veterano de la fábrica Osito que no se rinde. Foto: Raquel Sierra

En ese tiempo, ha visto como las producciones han tenido que irse adaptando a las circunstancias de cada momento, incluso la desaparición allí de las compotas que le dan nombre a la industria-, hasta llegar desde hace ya bastante tiempo a la elaboración de mayonesa, pese a conservar el nombre de las compotas de frutas de antaño.

A su juicio, debe trabajarse mucho con las juventudes, alimentar en las nuevas generaciones la disciplina y el espíritu de cumplir con las tareas asignadas.

Próximo a cumplir 80 años, sostiene que se mantendrá formando y compartiendo conocimientos con los nuevos mientras las fuerzas lo acompañen, sostuvo este joven de espíritu, quien fue jefe de turno, jefe de producción y estuvo al frente del laboratorio y hoy se encarga del control de la calidad.

Poco, pero con sudor

La inestabilidad con las materias primas en 2021 hizo que la UEB Helados Coppelia pudiera elaborar solo el 51 % de lo proyectado, indicó su directora Ana Mercedes Herrera Rubier.

Aunque la mayor parte de lo que fabrican está dirigido a la heladería de 23 y L, tienen otros destinos, entre ellos los grandes y pequeños parques, centros recreativos y organismos.

Las severas limitaciones de materias primas solo permitieron producir el 51 % de lo previsto en la Unidad Empresarial de Base Helados Coppelia. Foto: Raquel Sierra

Según la directora, incluso con las limitaciones materiales que no cesan, seguirán trabajando con innovación para mantener la calidad del helado de crema, con 11 % de grasa.

La plantilla de la fábrica Coppelia, que elabora como promedio unos seis sabores durante enero, es de 123 trabajadores. En la actualidad, dijo Herrera Rubier, estamos proyectando incursionar en breve en otras producciones para contribuir a elevar el salario de los trabajadores.

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