Cementerio proviene del latín vulgar “cemeteriu”, este del latín culto “coemeterium” que a la vez venía del griego “koimeterion” -κοιμητήριον-: lugar donde dormir/dormitorio (koimo: dormir/estar echado/acostarse, -terion: sufijo de lugar).

La Necrópolis de Colón es famosa por su impresionante iconografía religiosa y sus elaboradas esculturas de mármol.

Aquí se alberga una gran cantidad de monumentos de diferentes estilos y manifestaciones, pertenecientes tanto a escultores cubanos como extranjeros.

Posee más de 56 000 mausoleos, capillas, panteones, galerías u osarios, en los que están enterrados más de 2 millones de personas. Algunas de las tumbas o panteones destacan por su hermosura y majestuosidad.

Detalles en mármol de cruces. Foto: Alejandro Basulto
Los elementos escultóricos son representativos en los cementerios cubanos. Foto: Alejandro Basulto
Cristo crucificado o en la cruz, la representación pictórica o escultórica de la escena evangélica de la crucifixión de Jesús. Foto: Alejandro Basulto
Este camposanto resalta por constituir un enorme museo a cielo abierto, dado sus valores escultóricos y arquitectónicos. Foto: Alejandro Basulto
Vista del monumento escultórico encima del arco de entrada del Cementerio de Colón. Foto: Alejandro Basulto
La abundancia de mármol de Carrara, de granito y pizarra son reflejos de la espiritualidad y la ideología del cubano. Foto: Alejandro Basulto
Detalle de la tumba de Amelia Goyri, la Milagrosa en el Cementerio de Colón. Foto: Alejandro Basulto
La Necrópolis de Colón fue declarada Monumento Nacional en 1987 y en la actualidad se realizan distintas obras de restauración por parte de la Oficina del Historiador de la Ciudad. Foto: Alejandro Basulto

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