Un Encuentro de Habilidades de Panificación y Repostería desarrolla la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria (EPIA), como parte de la jornada por el Día del Trabajador de la Industria Alimentaria, que se celebra cada 25 de enero.

Con sede en la panadería Pinova, en el municipio de Boyeros, se reunieron, este 12 de enero, dos representantes por cada una de las Unidades Básicas de la Industria Alimentaria (UBIA) de los 15 municipios habaneros: un maestro panadero y un ayudante, informó Heidy Rosa Ríos Sablón, directora comercial de la EPIA. 

Foto: Cortesía de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria

En este encuentro, que cumple los objetivos del Programa de Ciencia, Innovación y Tecnología, se elaboraron panes de corteza suave y dura, así como variedades artísticas, dijo la directora comercial.

Este tipo de encuentro, agregó, contribuye a “diversificar la producción, con el objetivo de rescatar las variedades tradicionales y artísticas, que han sido un reclamo de la población, con ofertas que hicieron historia en este sector”. 

Foto: Cortesía de la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria

La segunda jornada del Encuentro de Habilidades se desarrollará este 13 de enero, en la panadería dulcería Hanoi, en el Cerro, con la participación de maestros reposteros, que representarán a sus municipios.

De acuerdo con Ríos Sablón, entre los propósitos de la EPIA para este año se encuentra intensificar las acciones de control de los establecimientos, verificando que no exista fuga de materias primas, para garantizar que la población reciba el producto terminado con las normas técnicas establecidas.

La calidad del pan normado es uno de los grandes reclamos de la población. Especialistas del sector sostienen que aun cuando la harina no tenga una calidad óptima, existen maneras de trabajarla para obtener productos terminados dignos, lo que se evidencia cuando con una materia prima similar unos obtienen panes buenos y otros no.

La Empresa de la Industria Alimentaria tiene en la ciudad una red de 254 unidades, entre panaderías y dulcerías, así como fábricas de galletas y conservas.

A lo largo de estos casi dos años de pandemia y en medio de restricciones en la disponibilidad de harina y de acciones de control para prevenir y detectar violaciones en las normas de peso, precio y calidad, entre otras indisciplinas, la EPIA mantuvo la producción diaria del pan normado y contribuyó con la producción diaria de productos tanto para centros de aislamiento como en apoyo al funcionamiento de los centros de vacunación.

En medio de la combinación de un incremento en la demanda y las restricciones de movimiento nocturno debido a la pandemia, para la elaboración y las ventas del pan liberado se adoptaron medidas emergentes que permitieran cumplir la producción y disponer del producto en determinados horarios, con una disponibilidad limitada por la materia prima.

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