El departamento de Lengua de Señas Cubana (LSC) inaugurado oficialmente este viernes como parte de las actividades por el aniversario 50 de la Facultad de Lenguas Extranjeras (FLEX), de la Universidad de La Habana, es un acontecimiento sin precedentes, que con seguridad podrá marcar nuevos hitos académicos.
Se trata de un espacio de mucha trascendencia en el desarrollo del programa de formación superior de ciclo corto en interpretación de LSC, que se imparte por primera vez, con lo cual se busca formar a un profesional capaz de valerse de la LSC y de la Lengua Española para el desempeño de su labor.
De acuerdo con el presidente de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (ANSOC), Alejandro Marzo, esta apertura abre una nueva página en la historia de la comunidad sorda cubana y constituye un paso de avance y oportunidades para ese grupo humano, que ahora se encuentra en el proceso de legalización de la LSC, su lengua natural.

“No fue casual inaugurar el departamento este 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad”, señaló Marzo, quien significó que todos juntos –claustro de profesores, estudiantes y directivos de la asociación-, podrán avanzar mucho más, en aras de alcanzar la plena inclusión en la sociedad.
Hay certeza de que ello es una realidad posible, cuando se escucha hablar a la decana de la FLEX, máster en Ciencias Elisa Cabrera Domecd, quien aseguró que no faltará la entrega necesaria para que sus estudiantes se formen con las competencias requeridas y puedan servir como mediadores de la comunicación de las personas con discapacidad auditiva.
De privilegio catalogó las decana el hecho de que, justamente en el año que se arriba a las cinco décadas del centro, se haya insertado en sus aulas la enseñanza de la LSC, y remarcó el seguimiento que continuarán ofreciendo para que luego de los estudios de pregrado se continúen los de postgrado, a fin de garantizar la enseñanza de otras generaciones.
En estos momentos la FLEX tiene a ocho alumnas en el Técnico Superior Universitario (TSU). A todas se les desborda el entusiasmo por ver cuánto aprenden desde que iniciaron las clases: primero lo hicieron a distancia durante el mes de septiembre, y presencial desde el primero de noviembre.
Daniela Rosa Jáuregui Delgado, 19 años, habla en nombre de sus compañeras de aula, sobre la calidad de los maestros, del empeño que ponen en la clase, y de la importancia del rol que ellas tendrán en la sociedad cuando finalicen sus estudios.
La vicedecana de la FLEX, doctora en Ciencias Marianela Garau Cordovés, destacó que graduar a un intérprete de LSC es como formar a uno de lengua oral y que para ello este espacio académico dispone de un prestigioso claustro conformado por los propios profesores de la facultad y del Centro Nacional de Superación y Desarrollo del Sordo (CENDSOR), así como especialistas de la ANSOC.
A juicio de la también presidenta de la Comisión Nacional del Programa de Formación Superior de ciclo corto en interpretación de LSC, este técnico universitario les impone, como facultad, el reto de asumir una docencia con las actualizaciones en cada una de las áreas que pretende trabajarse.
“Son clases concebidas como nunca antes, a partir de la introducción de los estudios investigativos de la lengua y de la comunidad sorda, y de concepciones que se tienen internacionalmente para la enseñanza de las segundas lenguas.
“Esto es un gran paso desde el punto de vista académico y metodológico para nosotros poder trabajar y ser referencia para el resto del país; asimismo se ha concebido la enseñanza de la interpretación a partir del método interpretativo que usan las lenguas orales”, indicó Garau.
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