La calle San Lázaro, del habanero municipio de Centro Habana, bañaba sus balcones con banderas cubanas esta mañana. Un mar de personas descendía rumbo al monumento dedicado a los ocho estudiantes de Medicina, para honrar a las víctimas del brutal crimen cometido 150 años atrás.
Banderas, carteles, gestos de agradecimiento, miradas expectantes, rostros de júbilo, se podían encontrar entre los vecinos de la citada arteria. Gente de pueblo, con los problemas que muchos tenemos, pero con corazones inmensos y sin perder la esperanza y la convicción de que Cuba vive.











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