Con una parálisis cerebral y más de un año con su madre fallecida, el niño Cristian de 13 años de edad, vive con la fuerza de su familia y de amigos que le brindan el amor que merece.

Hace un mes inauguraron un parque infantil cerca de su casa en la comunidad Jalisco, del capitalino municipio de Boyeros. El terreno fue donado por un vecino, y el niño Cristian fue el primero en entrar junto a las principales autoridades del Partido y el Gobierno en la capital.

Cuentan quienes estuvieron presentes, que en medio de su alegría, hizo que viniese su más fiel amigo.

Cuando en tiempos pasados, hubo un incendio en el barrio, el niño Cristian pidió que uno de los bomberos se fotografiaron con él. Es tal vez el mismo sentimiento que impulsa cuando ve a su Jefe de Sector de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), quien aprovecha su estatus para que se porte bien.

Apenas conocerlo, quiso mostrar cómo se transforma su localidad, que está comprendida dentro de los 65 barrios capitalinos de atención social diferenciada.

El alumbrado público, la reparación y modificación de la bodega, que una nueva tienda se levanta. Hasta su propia vivienda está siendo reparada y él está a pie de obra.

El niño Cristian es así con todo. Su historia por simple que parezca, trasciende sueños en Jalisco, quizás por el misterio de su inocencia y la bondad de quienes lo quieren.

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