Muchos de los clientes asiduos al Centro Comercial de 3ra y 70, en la barriada de Miramar, en el municipio capitalino de Playa, tienen como referencia de información un nombre: Amelia. Esta trabajadora de larga data se ha convertido en una especie de brújula para quienes necesitan la información precisa sobre los productos disponibles para la venta y ofrece con eficiencia este valioso recurso cuyo valor agregado muchas veces no tenemos en cuenta.

Amelia Pérez Portal, lleva doce años de labor en este Supermercado y luego de realizar y conocer, al detalle, otras actividades en las diferentes áreas de venta, departamento de recursos humanos, secretaria de la gerencia y desde hace poco más de dos años una de las que atiende el buró de información, su presencia resulta clave como moderadora de la interacción del público; a través de un servicio donde el buen trato y la precisión profesional resultan la clave para responder el porqué su nombre es referente en este lugar donde recibió el reconocimiento, en 2020, de la mejor trabajadora de esa actividad en Tiendas Caribe.

“Ha sido importante el haber tenido una formación integral desde mi comienzo en esta labor. Muchas veces observamos las molestias en los clientes por determinadas razones y, a pesar del agotamiento físico que representa estar al tanto de los detalles en una actividad comercial, debemos tener en cuenta nuestra posibilidad de intervenir, evitar el desaliento, las consecuencias de una palabra que irrita, el trato no ajustado al momento en que se nos requiere una mayor profesionalidad, todo lo cual resulta importante –precisamente- cuando defendemos, en primer lugar, los intereses de los clientes, la imagen de nuestro colectivo y la invitación al retorno como referencia de compras.

“Cada jornada la considero un aprendizaje a pesar de los años de experiencia. No se puede conformar un trabajador que viene a un centro de este tipo con la idea de obtener un salario exclusivamente. Es por eso que he impartido conferencias a los trabajadores que atienden quienes atienden esta labor en tiendas de nuestra cadena de las diferentes provincias. Por supuesto, no hay secreto en cuanto a lo que hago y el porqué, incluso, muchos clientes habituales ya me llaman por mi nombre. Es para un estímulo a mi trabajo, a mi colectivo y mi familia”.

La sencillez de esta mujer es perceptible en su rostro desde el cual en sus ojos siempre esboza una sonrisa, mientras en derredor el ajetreo continúo y el sonido del ambiente no impiden que, a través del auricular, usted escuche una voz calmada y atenta que le puede conducir a buen término cada una de sus interrogantes.

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