Cuando el tornado que en 2019 casi arrasó con el tendido eléctrico de varios municipios de La Habana, numerosos brazos de otras geografías cubanas vinieron a esta ciudad capital para devolver la luz a las cientos de familias afectadas por el impacto de aquel evento meteorológico sin precedentes.
En aquella ocasión conocí a Nelson Fuentes Perera, quien estaba al mando de una de las cinco brigadas procedentes de la hermana provincia de Pinar del Río, para contribuir a restañar los daños al servicio eléctrico. Antes había venido cuando el paso del ciclón Irma.
De La Habana tenía gratos recuerdos, uno de ellos era el respeto y las atenciones de las familias residentes en las zonas afectadas, quienes devolvían la entrega de los eléctricos brindándoles el agua y el buchito de café recién colado, sin faltar palabras de aliento y respeto por su labor

Ahora fueron los capitalinos quienes viajaron en dirección contraria, con la intensión de contribuir a borrar las afectaciones que el paso del huracán Ida –categoría 1-, dejó en tierra vueltabajera, y de esa forma reciprocar lo que tantas veces hemos recibido: la solidaridad de la familia de los linieros que es una misma de un extremo a otro de la Isla.
Lo hizo el contingente José Martí, de la Empresa Eléctrica de La Habana. El director general de la entidad, Ingeniero Mario Castillo Salas, informó mediante la plataforma social Whasttapp que la tropa estuvo integrada por 65 trabajadores (50 son linieros); además de seis brigadas de líneas, una grúa, dos brigadas de poda de árboles, dos carros cesta y otros dos de servicios.
Constituye una práctica habitual que con brazos y medios de todas las provincias de la nación antillana no se haga esperar la respuesta que fuerzas especializadas brindan a donde sea necesario restablecer la vitalidad del servicio.
Además del contingente habanero, también acudió a la más occidental provincia de Cuba otro procedente de Matanzas. Ambos laboraron, respectivamente, en los municipios de Consolación del Sur y Los Palacios, donde se registraron las mayores averías provocadas por el evento hidrometeorológico a su entrada al sur de Pinar del Río con intensas lluvias y vientos sostenidos de 130 kilómetros por hora.
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Por suerte, la solidaridad se hace presente!!