En todos los frentes la mujer es faro y guía, está presente como flor tierna y como pedestal firme para cada logro.
La mujer da vida, no solo porque de su vientre sale el hombre del futuro, sino porque como científica, como médico, constructora, deportista, maestra, arquitecta, ingeniera…, en cargos importantes, en funciones imprescindibles para la Patria, como militar, investigadora, trabajadora social, le pone su ternura, pero también la mano firme a cada tarea encomendada.
"Las campañas de los pueblos solo son débiles, cuando en ella no se alista el corazón de la mujer; pero cuando se estremece y ayuda, cuando la mujer, tímida y quieta de su natural, anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño la obra es invencible".(1)

Su fuerza es tan inmensa que lo abarca todo, lo mismo las tareas del hogar, la educación de los hijos, como las del trabajo en su profesión, cualquiera que esta sea.

"... les basta con el beso tibio en la frente -ese que se desea cuando se padece mucho-, para aliviar cualquier desgarradura ... " (2)

En fin, la mujer y, en especial, la mujer cubana, por su abnegación y cariño, por los afectos que sabe esparcir a su paso, cual mariposa tierna que despliega las alas para volar más y más alto, delicada, pero peleadora con fuerza única contra lo mal hecho y siempre en aras del bienestar de su Isla hermosa, dignas herederas de Mariana y Vilma, merece el más sublime de los reconocimientos. Batalladora y hermosa, esa es nuestra mujer.

“De lo feo del mundo se busca alivio en la mujer, que es en el mundo la forma más concreta y amable de lo hermoso”. (3)
(1, 2 y 3: Frases del Apóstol José Martí)

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