Dos hombres unieron sus caminos para realizar una misión, la de proteger aquello que aman: su Patria. Dos combatientes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) reafirmaron su compromiso y fidelidad a los preceptos de la Revolución Cubana.

Se conocieron cuando el más joven llegó a la Unidad de la PNR del municipio de Diez de Octubre, recién graduado, con ganas de llevar a la práctica lo aprendido, y el más experimentado, también lleno de juventud, lo acogió como el tutor jefe que le acompaño durante sus primeros años de ejercicio en la especialidad como investigadores policiacos.

Al cabo de los años comparten misiones y el deber los unió nuevamente en las calles de La Habana ,donde combatieron juntos, se apoyaron y auxiliaron a otros que fueron agredidos. Ambos compartieron sus anécdotas sobre los hechos acontecidos el 11 de julio en la capital del país.

El teniente coronel Omar Herrera nos relató sus vivencias: "En medio de la situación, una piedra golpea mi cabeza, inicialmente no me percaté, pero un compañero me alerta de que estaba sangrando.Ya había recibido otros impactos de piedras en el pecho y en la pierna. Me auxilia otro compañero y me sacan del lugar".

El teniente coronel nos muestra las heridas recibidas en los disturbios y prueba que nuestras fuerzas policiales están dispuestas a dar la vida de ser necesario.

Al salir de la Unidad recibieron la orden de dejar sus  medios de defensa. "Fuimos totalmente desarmados, sin ningún aditamento, solo la fuerza moral que nos distingue como miembros del Ministerio del Interior ", nos comentaba el teniente coronel Omar Herrera.

Por otra parte, el primer teniente Youbel Laffita confirmó que el único blindaje que llevó consigo fueron su corazón y principios.

El teniente coronel Omar y el primer teniente  Youbel son hijos de cubanos agradecidos. Sus padres no titubearon en brindarle aliento y reafirmales en que lado está el deber; además de que el pueblo revolucionario estaba con ellos,y así lo expresa la madre del teniente coronel Omar:  "Me preocupé mucho, pero yo sabía que él no estaba solo, porque es una persona muy querida en el barrio,y la mayoría del pueblo apoya a la Policía.Y así ocurrió, muchos lo ayudaron e incluso un vecino nos avisó que lo habían herido, y nos preocupamos más, pero rápidamente fuimos para el hospital con el apoyo de amigos que nos llevaron en su carro."

Los padres del primer teniente Youbel sabían que su hijo estaría en la primera línea cumpliendo dignamente la misión. Días después reafirman su pensamiento:" Le dije que enfrentara, que había que enfrentar,toda su familia está con el y con la Revolución. Yo soy llorona y, esta vez, no voy a llorar."

Ambos oficiales cuentan con una hermosa familia, hogares en los que se sufrieron horas de angustias. Sus pequeños hijos palparon el dolor y, a pesar de ello, sienten orgullo por sus padres.

Así lo cuenta Carolina Herrera, hija del teniente coronel Omar: " Mi padre es un héroe y un buen policía, él siempre va a luchar porque nadie haga nada malo".

Estos revolucionarios vestidos de azul viven la misma cotidianidad de todos los cubanos, y así no los expone el primer teniente Youbel Laffita cuando nos dice :"Compramos en la misma bodega, usamos la misma corriente, enseñamos a los mismos niños, somos padres de familia."

Estos hombres son prueba de valor y amor infinito a la Patria y a sus ideales.

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