Tenía 17 años, y ya suman más de tres décadas, cuando Jorge Luis Cala Ledesma comenzó a padecer de ceguera. El avance irreversible de la enfermedad de retinosis pigmentaria lo dejó en absoluta oscuridad, pero el enfoque del presidente de la Asociación Nacional del Ciego (ANCI) en Cuba, sigue siendo claro y preciso para examinar los destinos y retos de una organización que este 19 de julio arriba a su aniversario 46.

Uno de ellos es potenciar el trabajo comunitario integrado, como remarcó el 8vo. Congreso de la organización, a partir de una participación más activa y mayor protagonismo de los ciegos y débiles visuales en toda la dinámica del barrio y la inclusión en el entorno.Pero ello pasa primero por lograrlo en el seno familiar”, asevera el directivo. 

“En todos los ámbitos La Habana muestra una labor ascendente y fundamental para los actuales resultados de la organización”, aseguró Cala Ledesma.. Foto: Redes Sociales

 

¿Y no faltan resortes para lograr en nuestras comunidades la tan deseada inclusión?

— Es muy cierto. No olvidemos que la discapacidad no está en quien la porta, sino en la sociedad, por tanto, si no está preparada, no habrá inclusión posible.

“Pero la aceptación social también requiere de la voluntad de las personas y es determinante que la familia apoye desde un ambiente psicológico favorable, sin sobreprotección. La autonomía personal que alcancemos dentro del hogar es el mensaje que estaremos traspolando al resto de los coterráneos, de cuán apto estoy para actuar, participar y aportar en el barrio, en las actividades de las organizaciones de masas y sociales”.

¿Considera que nuestra sociedad acepta las diferencias?

—Aun cuando hemos avanzado mucho y diariamente constatamos los profundos valores de solidaridad y de humanidad, todavía falta por hacer desde nuestra asociación, desde los medios de comunicación y demás espacios, en favor de una cultura de la discapacidad.

“Te pongo un ejemplo: quizás un ciego está parado en la acera para tomarse un descanso o simplemente disfrutar del sol; entonces llega alguien que supone que aquel desea cruzar la calle y con la mejor intención le sujeta por el brazo y lo cruza. En ese caso debe preguntarle primero qué tipo de ayuda necesita”.

Al decir de Cala Ledesma, es preciso promover la inclusión desde un enfoque de derecho y dejar atrás el modelo asistencialista; que sean nuestros derechos los que realmente se protejan al garantizar la accesibilidad en sentido amplio, no solo al entorno o al medio físico, sino además a la informatización, a los medios digitales, a las plataformas y las diferentes aplicaciones, a partir de que los desarrolladores conciban un diseño universal, para todos.

En Cuba la tendencia general en cuanto al número de asociados es a decrecer, aun cuando los problemas relativos a la edad y otras causas inciden en el desarrollo de patologías que desatan la baja visión o su pérdida. Paralelo a ello, decrece el número de nacidos con determinada afectación de la vista.

Integrar la ANCI es un acto voluntario. Hay quienes buscan asociarse para tener un carné de acceso al transporte y a otras prioridades. Al respecto el directivo comentó:

“Lo esencial es incluirse en este colectivo de personas con características similares y enfrentar las barreras que encontramos. Nuestra primera misión es organizar y promover la inclusión social y para ello hay articulado un grupo de mecanismos que van desde la rehabilitación básica funcional; la incorporación al empleo, a las actividades culturales, deportivas, recreativas, sociales, ideológicas; y garantizar que esas personas accedan en igualdad de condiciones con el resto de la población al ejercicio de sus derechos”.

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