Amaneceres, atardeceres, océano único, azul profundo, muro de ensueños y enamorados. Una giraldilla que la custodia, y gente única, solidaria, amigable, alegre, todo esto y más es nuestra Habana.

La pandemia ha tratado de derrotarla, pero sigue luchando, segura de la victoria sobre tamaño mal.

Foto: Alejandro Basulto

Lugar del cual se enamoran los nacidos y los de otros lares, con crepúsculos únicos, y alba para soñar.

Foto: Alejandro Basulto

Se requerirá de mucha disciplina y tesón, de conciencia colectiva, para salvarnos y salvarla, para agradecer el esfuerzo de médicos, personal de Salud, científicos; pero lo lograremos, porque este, el de la bella Habana, es un pueblo que no conoce derrotas. 

Foto: Alejandro Basulto

La Habana extiende su brazo acogedor a todos sus hijos propios y adoptados por el bien común.

Así, volveremos a contemplar la salida del Sol y la puesta, acompañados, fundidos en un abrazo inmenso que lo abarque todo. Volveremos a soñar contemplando la Luna desde ese muro que causa tanta añoranza, y ninguna otra risa se apagará en algún rostro.

Foto: Alejandro Basulto

Vea tambien:  

Establecen en La Habana zonas y vías de interés para la seguridad y el orden interior (+PDF)

Intensas jornadas para frenar la COVID-19 en Arroyo Naranjo