Ninguna manifestación de amor es completa si no incluye preservar la existencia. Se trata de mostrar y demostrar que no existe mayor regalo que la vida, precisamente cuando el peligro acecha en un contexto dominado por la COVID-19, un virus al cual le permitimos extenderse después de un fin de año (2020) durante el cual nos olvidamos, por unas horas, de todos los males vividos para romper las contenciones de nuestros sentimientos, expresarnos entre abrazos, besos -en espacios íntimos- y regresar a un punto de partida en medio de tan luctuosa estela de amores perdidos.
Esta vez tendremos una nueva jornada donde los sentimientos deben ser compartidos de una forma diferente, donde el espacio físico no sea lo relevante. Debemos actuar con responsabilidad porque nunca las vías de comunicación resultaron tan expeditas como el poder compartir nuestras alegrías y penas que a través de una llamada telefónica o un mensaje electrónico.
No estoy haciendo referencia a límites ni mucho menos imponer reglas a un sentimiento tan antiguo como la primera lágrima en los ojos del hombre. Pienso en aquellos para los cuales un regalo debe representar en un día lo que no hicimos en un año. Y el convite resulta la manera expresiva para iniciar la fiesta, el intercambio de afectos físicos a quienes no tenemos dentro del círculo de convivencia llamado hogar.
Tribuna de La Habana invita, a través del diario digital -debajo de este comentario- compartir breves cartas públicas en el Día del amor y la amistad dirigidas a la importancia de expresar el cuidado de la existencia como el mayor bien y preciado regalo que le hacemos al amor.
Otras informaciones:
El amor es la razón de ser de la especie humana y debe ser compartido día a día, amor es cuidar a sus semejantes. Por estás sencillas expresiones considero que quien viola las medidas establecidas para evitar la propagación de la COVID en fechas tan significativas, no es el amor lo que pone de manifiesto, es la pura satisfacción de un deseo que lo pone en igualdad con el resto de el mundo animal. Gracias.
Basados precisamente en el amor que profesamos a otros y a nosotros mismos invito a cada uno a protegerse, a proteger a los que le rodean, a salvar los sueños de los niños, las historias y experiencias de los abuelos, a salvarnos todos, después, entonces cuando nos salvemos hablaremos de la pandemia como un mal recuerdo y nos amaremos con intensidad, por ahora sólo nos queda abrazarnos con una mirada profunda, besarnos con sólo pensarlo, ése será el mejor regalo de San Valentin.
YO VOY SEMBRÁNDOTE POR DOQUIER QUE VOY PARA QUE TE SEA AMIGA LA VIDA. TU CADA VEZ QUE VEAS LA NOCHE OSCURA O EL SOL NUBLADO PIENSA EN MI. Y SI UN DÍA LA VIDA POR COSAS DEL DESTINO, SE TE ENFRENTA Y TE CAUSA EL MENOR SUFRIMIENTO. SIEMPRE ESTARÉ A TU LADO CUAL SI FUERA TU SINO. SIEMPRE TE SERÉ FIEL, SIEMPRE SERÉ TU ALIENTO.
Mi amado: Pareciera que hoy tan confuso tu espíritu rechace mis memorias, pero las muchas aguas no podrán borrar nuestro amor, inscrito con sangre y bordado con cordón de tres dobleces. Soy tuya hasta la eternidad. Ese es el pacto. Su alianza nos une fuertemente. Espero en paz por el día en el que el sueño abandone tus ojos confundidos y tus oídos aviven nuestra melodía de amor. Mientras, T. B. O.